ROMA.- En su última declaración ante una comisión investigadora, el cardenal George Pell, Tesorero del Vaticano, admitió que no atendió las denuncias de sacerdotes pedófilos en las ciudades australianas de Ballarat y Melbourne, donde trabajó, en los años setenta y ochenta.
«Ciertamente debí haber hecho algo más», señaló por videoconferencia desde Roma por cuarta y última vez ante la Comisión Real para una Respuesta Institucional al Abuso Sexual de Menores.
En ese sentido calificó de «coincidencia desastrosa» que cinco sacerdotes abusaran de menores en la ciudad australiana donde ejercía
Debido a sus problemas cardíacos, el ex obispo de Melbourne y luego de Sídney, de 74 años, dio su testimonio por videoconferencia desde un hotel de Roma.
El eclesiástico, quien reveló que el papa Francisco recibe a diario un resumen de las audiciones, afirmó que al menos dos arzobispos y otros miembros de la jerarquía católica lo habían engañado al omitir informarle de la situación.
A la pregunta de si tenía la impresión de ser víctima de una caza de brujas, el cardenal Pell respondió este jueves: «No he dicho nunca nada semejante pero debo confesar que la idea me ha pasado por la cabeza». (ECHA- Agencias)