Unas 120.000 personas se manifestaron y rodearon el Parlamento japonés hoy domingo para demandar al primer ministro, Shinzo Abe, que revoque los polémicos proyectos de ley sobre la defensa del país.
El influyente político Ichiro Ozawa, que es también colíder del partido Vida del Pueblo Primero, y otros líderes de la oposición participaron en la mayor marcha vista en los últimos tiempos en Tokio. Según los organizadores, por todo el país se celebraron protestas similares durante el fin de semana.
Katsuya Okada, líder de la mayor formación de la oposición, el Partido Democrático, aseguró que los proyectos legislativos violan la Constitución pacifista nipona. Subrayó que el pueblo japonés está enojado y tiene conciencia de crisis.
Por su parte, el jefe del Partido Comunista, Kazuo Shii, manifestó que el Gobierno de Abe evitó responder directamente a preguntas sobre las reformas durante las deliberaciones parlamentarias, comprometiéndose a detener su aprobación en la Cámara alta.
Las propuestas legislativas, que alrededor del 90 por ciento de los constitucionalistas del país consideran contradictorias con la Constitución pacifista del país, permitirá a las Fuerzas de Autodefensa Japonesa (Ejército) implicarse en conflictos armados en el extranjero y ayudar a defender a otros, incluso si Japón no es atacado, o ejercer el derecho a la defensa colectiva.
Ahora, la Constitución de renuncia a la guerra nipona prohíbe al Ejécito combatir en el extranjero y usar el derecho a la defensa colectiva pero, con las reformas, el artículo 9 de la Carta Magna ya no servirá como restricción al uso de la fuerza por parte de Japón.
Los opuestos a la reforma argumentan que los proyectos legislativos incrementan el riesgo de que las Fuerzas de Autodefensa se vean involucradas en conflictos armados y, por lo tanto, pongan en peligro el derecho de los japoneses a vivir en paz.