El Estadio Nacional, con un histórico partido amistoso entre Sporting Cristal y el FC Barcelona de España, reabrió sus puertas al fútbol profesional el 25 de julio de 1964 luego de la tragedia del 24 de mayo que dejó un saldo de más de 300 muertos.
El FC Barcelona llegó al Perú con todas sus estrella, en un notable gesto, sin cobrar un centavo en beneficio de los fondos de las familias damnificadas de la tragedia. Las expectativas generadas en la prensa fueron grandes debido a la pléyade de futbolistas de categoría que se harían presente en lo que se denominó “la reunión de estrellas mundiales”.
El Barza llegaba con el húngaro Sandor Kocsis (campeón en los Juegos Olímpicos de 1952 y subcampeón mundial en 1954), el destacado goleador peruano Juan Seminario, el atacante paraguayo Cayetano Ré y el capitán del equipo español que recientemente había ganado la Copa de Europa, Fernando Olivella.
Por su parte la escuadra rimense no se quedaba atrás y presentó un ataque de lujo conformado por el bicampeón mundial brasilero Waldir Pereira “Didí” y los peruanos Alberto Gallardo y Óscar “Huaqui” Gómez Sánchez, quienes habían recibido un permiso especial de sus clubes para poder participar en este inolvidable partido.
El encuentro empezó a las 15:47, luego del respectivo minuto de silencio en conmemoración de las víctimas y del canto de los respectivos himnos nacionales. La tribuna norte, en donde meses atrás se había generado la tragedia (y tal vez por este recuerdo) lució medio despoblada, pero el público en las demás graderías había concurrido en gran número e hizo un marco impresionante por las ceremonias previas de homenaje y por el interés que tenían de ver a los cracks en acción.
Rápidamente el equipo rimense tomó el control del partido y en el minuto 8, Didí, tras ejecutar magistralmente un penal, pone en ventaja a los peruanos. De los pies del peruano Seminario nació el empate del Barcelona al asistir al español Zaballe. Luego del empate, las acciones se tornaron más parejas pero menos intensas aunque el cuadro celeste fue el que nuevamente tomó la delantera en el minuto 35 del segundo tiempo con gol de “Huaqui” Gómez Sánchez.
Un minuto después, el equipo catalán, haciendo valer su jerarquía, anota el empate definitivo por intermedio del paraguayo Ré. Al finalizar el partido los jugadores y miembros del cuerpo técnico de ambos equipos se estrecharon en grandes abrazos de confraternidad y coincidieron en que el partido fue bueno y el empate justo. (Con información de «Historia, tradición y fútbol»)