Entre el tedio, el fútbol previsible del Atlético de Madrid y el muro compacto que planteó el Alavés surgió a la hora de partido la frescura, la velocidad y el desborde de Marcos Llorente, que fue objeto de la falta que significó el 1-0 y del penal que dio el 2-0, reducido en los instantes finales con otra pena máxima de Joselu (2-1).
El primero lo aprovechó Saúl Ñíguez, a servicio de Trippier, después de que el centrocampista hubiera encarado con toda la valentía que le había faltado en 60 minutos a su equipo; el segundo lo transformó Diego Costa, tras otra acción trepidante de Llorente. El derribo en el área provocó debate. El árbitro consideró penal.
El “colchonero” se ha adaptado a la Liga de los cambios, de las rotaciones (este sábado incluyó cinco novedades en su once inicial por las nueve del Alavés) que le dio el triunfo, y porque ha asumido esta nueva época con una contundencia indudable, aparte del fenómeno Llorente.
Desde la reanudación de la Liga, los resultados son casi indiscutibles. El recelo con el que se fue al parón se ha transformado en una confianza inalterable. Ha ganado los doce últimos puntos en disputa. Y es tercero, afianzado ahí como está con cuatro puntos de seguridad.
Mientras remueve sus alineaciones titulares con una naturalidad, una frescura y una constancia desconocidas hasta ahora en la era Simeone, reafirma su fortaleza defensiva, y mantiene esa cargada secuencia con la posesión de la pelota.
En el Wanda Metropolitano, cada partido parece un calco del anterior cuando le visita algún adversario que compite por la permanencia. Hace una semana fue el Valladolid, este sábado el Alavés.
Esta vez no hubo vértigo. No se lo permitió el Alavés, que le aguardó en torno a su área, transformada en una zona prohibida.
Era entonces el partido que quería el Alavés. No el que pretendía el Atlético, que sólo surgió ofensivamente de estrategia en el primer tiempo: un cabezazo de Morata y una media chilena de Joao Félix.
Tuvo mérito el conjunto vitoriano, con nueve variaciones, con un debutante de la cantera -Abdellahi- y con un rendimiento compacto, trabajado, sin fisuras, inquebrantable e inalterable para el equipo rojiblanco mientras avanzaban los minutos sin nada de nada por parte del Atlético.
Antes de la hora, Simeone apostó por Diego Costa y Marcos Llorente para promover un cambio de paso en el encuentro.
El medio centro, hoy banda derecha o delantero, agitó el duelo en el primer balón. Derribado en el extremo provocó una falta decisiva. Este sábado era el único recurso del Atlético de Madrid para generar algo más que un despeje contrario. Aún más lo fue entonces, cuando la puso Trippier y la remató Saúl en el 1-0 (m.59).
La sentencia la propuso también Llorente, que delineó otra de esas jugadas imparables en la conducción a toda velocidad, para ser derribado en un penal discutido. Diego Costa lo transformó en el 2-0. Otro impulso hacia la Champions League que ni siquiera alteró el 2-1 de Joselu, para añadir inquietud al triunfo.
https://youtu.be/__sZdzYVt9E
Ficha técnica del partido
Atlético de Madrid (2): Oblak; Trippier, Savic, Giménez, Lodi; Correa (Diego Costa, m.57), Thomas, Saúl, Koke; Joao Félix (Carrasco, m.65) y Morata (Marcos Llorente, m.57).
Alavés (1): Pacheco; Martín Aguirregabiria, Tachi, Ely, Adrián Marín (Pau de la Fuente, m.79); Fejsa; Edgar (Duarte, m.62), Abdallahi, Pere Pons (Luis Rioja, m.79), Aleix Vidal (Joselu, m.62); y Burke (Camarasa, m.86).
Goles: 1-0, m.59: Saúl. 2-0, m.73: Diego Costa, de penal. 2-1, m.93: Joselu, de penalti.
Árbitro: Melero López (C. Andaluz). Amonesto a los locales Thomas (m.40), Savic (m.75) y Koke (m.92) y a los visitantes Pere Pons (m.45) y Adrián Marín (m.58).
Incidencias: Partido correspondiente a la 32 jornada de la Liga Santander, disputado en el estadio Wanda Metropolitano sin público.
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