Para conmemorar el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) insta a los gobiernos del mundo a que ratifiquen el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre acoso y violencia en el trabajo y se tomen medidas para acabar con la violencia contra las mujeres periodistas.
El Convenio 190 fue adoptado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el 10 de junio de 2019 y se encuentra en proceso de ratificación por los Estados Miembros. La FIP y otras Federaciones Sindicales Mundiales han estado trabajando durante años para desarrollar un mecanismo que prohíba de forma específica la violencia de género en el trabajo.
Según las estadísticas de la FIP, el 65% de las mujeres periodistas han sufrido al menos una vez violencia en el trabajo, ya sea en las redacciones, en el trato con sus fuentes de información, en casa, en su camino al trabajo o a través internet. Esta violencia se da en múltiples formas: ataques físicos, tocamientos indeseados, comentarios sexistas, abuso online, amenazas e intimidaciones en todas sus formas.
La FIP ha reiterado que la violencia y el acoso atenta contra el bienestar de las periodistas, su trabajo, su vida privada y, por extensión, la libertad de prensa se ven mermadas.
El nuevo Convenio protege a todas las trabajadoras de los medios de comunicación, independientemente de la situación contractual. Además, hace que la violencia y el acoso laboral sean consideradas cuestiones de salud y seguridad, obligando así a los medios de comunicación a incluirlo a la hora de gestionar cuestiones de salud y seguridad en el trabajo.
El Convenio también cubre la violencia de género en todas sus formas: el acoso sexual, la intimidación, persecución y el acoso online. Además, el convenio también aplica a la violencia doméstica ya que ésta puede tener un serio impacto en la salud mental y en el rendimiento laboral de las víctimas.
El secretario general de la FIP, Anthony Bellanger, señala: «El nivel de violencia al que se enfrentan las mujeres periodistas es inaceptable y a menudo tiene su origen en el género. Una vez que un Estado ratifica el Convenio, éste se convierte en legal. Esperamos que las mujeres periodistas reciban un mayor apoyo de su empleador cuando sufran acoso y violencia. Instamos a nuestros afiliados a hacer una campaña nacional para que sus gobiernos ratifiquen este Convenio tan necesario».
La presidenta del Consejo de Género de la FIP, María Ángeles Samperio, dijo: «La violencia de género es un fenómeno desenfrenado en el periodismo y ha llevado a muchas mujeres a la autocensura. Es hora de que los gobiernos sean responsables y hagan un cambio. Y es hora de que los empleadores de los medios de comunicación prohíban el acoso y la violencia en sus lugares de trabajo«.
Los sindicatos pueden trabajar desde ya para que este cambio sea una realidad informando a sus afiliados sobre el Convenio, añadiendo cláusulas en los convenios colectivos para poner fin a la violencia y el acoso contra las periodistas y trabajando con los medios de comunicación para desarrollar políticas sobre salud y seguridad que incluyan la violencia y el acoso y, de forma específica, la violencia de género.