La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a los sistemas de salud como la suma de todas las organizaciones, instituciones y recursos empleados, cuyo objetivo consiste en mejorar la salud.
Por eso, un elemento indispensable para encarar el abordaje de la salud desde el punto de vista periodístico es conocer cómo funcionan los sistemas y cómo se financian, y tener claro a los actores que están involucrados allí, además de otros que, si bien no están dentro del sistema directamente, también tienen incidencia.
A su vez, un factor fundamental para poder comprender cómo funcionan los sistemas de salud en América Latina es la mercantilización de la salud, convertida cada vez más en un bien de consumo y no en un derecho fundamental.
América Latina es la región más desigual del mundo y esa característica también se ve reflejada en la salud, con inequidades marcadas que atraviesan en mayor o menor medida a todos los sistemas del continente, un tema que viene siendo tratado en espacios regionales como la CEPAL.
Entre otros, los problemas más comunes que afectan a la mayoría de los usuarios, los destinatarios finales del sistema —aunque permanentemente relegados a un plano secundario en las coberturas de salud—, son los tiempos de espera para poder acceder a la atención de un especialista, la falta de celeridad en los diagnósticos y la dificultad para poder acceder a medicamentos.
Los ministerios de salud de cada país, los articuladores, los prestadores de los servicios tanto públicos como privados y los usuarios son los elementos más notorios de esta cadena, pero también hay otros actores que no pueden dejarse de lado.
Por ejemplo, los médicos y las entidades que los agrupan, así como también las de los funcionarios no médicos que se desempeñan en la salud.
Otro gran agente que opera y mucho dentro de la salud es la industria farmacéutica, que con su poder económico tiene los medios para poder hacerse un lugar dentro de la agenda, en función de sus propios intereses.
La clave del acceso a las fuentes de información
Según el periodista argentino Pablo Esteban, para una buena cobertura de salud —como en cualquier otra rama del periodismo— es fundamental la importancia en el acceso a las fuentes de información.
Esteban dijo que actualmente uno de los principales problemas que hay con la cobertura de los temas de salud en Argentina es la falta de respuesta que hay de parte de las autoridades del ministerio de salud de ese país. “Esto es algo esencial porque, por ejemplo, para comunicarse con fuentes oficiales, está todo muy burocratizado y centralizado en pocas voces”.
Tener claras las diferencias entre el sector público y el privado
Como sucede en buena parte de América Latina, uno de los problemas comunes que existen en los sistemas de salud es la poco virtuosa complementación entre el sistema público y el privado.
“En la enorme mayoría de los casos las personas que se atienden en el sistema público es porque no tienen la posibilidad de hacerlo en otro lado, entonces sucede que muchos usuarios no pueden acceder a un servicio de salud como corresponde y eso es un problema estructural que pasa en Argentina, que debería estar acompañado de una política de Estado que vaya más allá de los gobiernos de turno, pero eso no ocurre, porque cada gobierno que llega al poder de un signo partidario distinto es como si se arrancara de nuevo. Entonces todo se vuelve mucho más difícil, por lo que darle continuidad a las cosas que se hacen bien a veces es dificultoso”, dice Esteban.
Escuchar la palabra de los usuarios, el eslabón más fino de la cadena
La periodista uruguaya Amanda Muñoz asegura que otra dificultad habitual es que en la agenda sobre temas de salud suele predominar las propuestas de los ministerios y de los laboratorios, que, con lanzamientos de sus productos, logran centrar el foco de la atención. En cambio, otros actores como los usuarios son más silenciados y no tienen llegada a la prensa.
Saber priorizar los problemas importantes
Para Muñoz, en los medios se publican muchas noticias sobre salud, pero el problema es que el foco muchas veces no está puesto en los problemas más importantes.
“No hay una proporción de notas en función de los principales problemas de salud o de los principales problemas del sistema de salud. Por ejemplo, cómo funciona el sistema de salud en Uruguay, qué ajustes necesita, representa una cantidad de notas ínfima si tomamos en cuenta la importancia que tiene. El problema es que es un tema complejo de entender”.
Intentar combatir los subregistros y desequilibrios que en los medios
Para el periodista colombiano Carlos Francisco Fernández Rincón, el subregistro y el desequilibrio en la información son elementos comunes que padecen los medios a la hora de informar en el área. Según asegura, con frecuencia existe un desinterés de los medios, que a su vez está condicionado por la carencia de fuerza argumental, la poca solidez conceptual y la superficialidad con la que se defienden estos temas en muchas salas de redacción.
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