LISBOA.- La cuenta regresiva para las elecciones avanza hoy en Portugal, en unos comicios en los que se augura un final apretado entre la gobernante coalición conservadora y la oposición socialista.
Más de nueve millones de lusos están llamados a votar mañana en los primeros sufragios nacionales desde la crisis económica y la aplicación de una dura política de austeridad que todavía afecta a la población.
Pese a que algunos analistas vaticinaban lo contrario, la coalición en el poder (integrada por el Partido Socialdemócrata y el Centro Democrático Social-Partido Popular) aparece en las encuestas previas como favorita para ganar.
Sin embargo, el 37 por ciento del apoyo vaticinado por los sondeos sería insuficiente para alcanzar la mayoría parlamentaria de 116 diputados en un legislativo de 230.
En segundo lugar aparece la oposición socialista con 32 por ciento, luego la Coalición Democrática Unitaria (comunistas y verdes) con 10 por ciento, y por último el Bloque de Izquierdas con cinco.
Las consultas indican además que la abstención podría ser amplia dado el alto número de indecisos, una postura que muchos explican a partir de la desconfianza de la gente que ha sufrido los efectos de la austeridad.
Afectado por la crisis, Portugal recibió en 2011 un rescate financiero por parte de acreedores internacionales, pero a cambio debió aplicar un paquete medidas de austeridad que implicaron grandes recortes.
El gobierno llevó adelante el programa, consiguió saldar los compromisos con los prestamistas y logró poner fin al pacto.
No obstante, la población debió soportar la carga que significó un aumento notable del desempleo, la caída drástica de los salarios y pensiones, así como el deterioro de las ayudas sociales provistas por el Estado.
Aunque en los últimos tiempos se registra una baja del paro, ello se debe a la salida del país de más de medio millón de personas que migraron en busca de oportunidades, según reporte de prensa-latina.cu
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