PARÍS: Las tormentas de este fin de semana provocaron inundaciones que dejaron al menos 16 personas muertas, 6 desaparecidas y la evacuación de cinco mil, en el sureste de Francia, ante lo cual el presidente Francois Hollande, anunció ladeclaratoria del estado de catástrofe natural.
Las inundaciones afectan principalmente a la Costa Azul a dos meses de que en París se realice la Cumbre sobre el Clima para evitar los efectos del calentamiento que se traduce, precisamente,en tormentas inusuales y de gran intensidad.
Fotografías: agencia Efe
El presidente, Francois Hollande, expresó «la solidaridad de la Nación» a los damnificados y acudió este domingo a las zonas afectadas junto al ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, donde anunció que se declarará el estado de catástrofe natural y que las indemnizaciones a los afectados se pagarán en un plazo de tres meses.
El mandatario galo señaló que este tipo de catástrofes naturales «se han reforzado» en los últimos años «en ritmo y en intensidad».
Las tormentas empezaron el sábado a la noche, cuando un intenso aguacero que alimentó la crecida del pequeño río costero de la Brague sumergió las calles de varias ciudades muy turísticas de la Costa Azul, entre ellas Cannes, Niza y Antibes.
El temporal con lluvias, vientos y olas de varios metros de altura que azoló el sur francés causó unos 5.000 evacuados entre la ciudades de Villeneuve y Cannes, según las autoridades. Y la mayor parte de los afectados encontraron reparo en los vagones de los trenes puestos a disposición por la Sociedad Nacional de Trenes francesa.
Aunque los servicios meteorológicos habían lanzado el nivel naranja de vigilancia, nadie esperaba que la zona situada entre Niza y Cannes iba a recibir casi 200 litros de agua por metro cuadrado en algo menos de tres horas. La oficina del alcalde de Niza estima que en los dos últimos días ha caído en la ciudad el 10 por ciento de su promedio anual de precipitaciones.
Fue un golpe violento incluso en una región acostumbrada a la tormentas y precipitaciones en esta época del año, pero que se vio sorprendida cuando llovió tanto como en dos meses. Un fenómeno «repentino», según las autoridades, que se vio amplificado porque la zona concentra elevados niveles de urbanización, lo que hizo que el agua convirtiera las calles y carreteras en torrentes que arrastraron a su paso cuanto encontraron.
Los coches y el mobiliario urbano se amontonaron en las calles y se registraron infinidad de caídas de árboles. La mayor parte de las víctimas mortales se vio arrastrada por ese fenómeno.
La peor parte se la llevó la ciudad de Mandalieu-la-Napoule, situada junto a Cannes, donde el número de fallecidos se eleva a 7. Se trata de personas que acudieron a estacionamientos subterráneos para sacar sus vehículos y se vieron sorprendidos por la tromba de agua que les sumergió de forma mortal.
Las ciudades afectadas habilitaron pabellones para acoger a los afectados, incluido el Palacio de Festivales de Cannes, sede de la popular muestra de cine. (ECHA- Agencias)