Guillermo Porto Cárdenas Dávila: “Mosca Loca”

shadow

 

Guillermo Porto Cárdenas Dávila, apodado “Mosca Loca”, fue un criminal peruano. En 1973 fue detenido por fabricar pasta básica de cocaína en la localidad de Tingo María, en el departamento de Huánuco.

Sin embargo, se lo liberó casi de inmediato aparentemente por sus contactos en la alta dirección de la policía.

Recibió el apodo de Mosca Loca debido a su habilidad para escabullirse de sus perseguidores, pues evitó hasta cinco intentos de detención hasta su definitiva captura el 6 de octubre de 1980.

Después de de ser finalmente detenido y mientras purgaba condena en el Penal El Sexto, en el Cercado de Lima, trascendió que este narcotraficante habría ofrecido al entonces presidente Fernando Belaúnde pagar la deuda externa del Perú si lo liberaban de prisión. Este presunto hecho, sin embargo, nunca se verificó.

La primera condena de este criminal por tráfico de drogas fue de 5 años de prisión ordenada el 5 de enero de 1981 sin embargo, quedó anulada en instancia superior por falta de pruebas. El proceso en su contra fue reiniciado, pero no culminó debido al fallecimiento de Cárdenas Dávila mientras estaba detenido y procesado.

Muerte

El 27 de marzo de 1984 se desató el motín del penal El Sexto en el que Cárdenas Dávila fue tomado como rehén junto a otros dos reos y once civiles. Durante la noche, la Guardia Republicana, tras informar a los amotinados que accedían a entregarles un vehículo, irrumpió con personal fuertemente armado y equipado con bombas lacrimógenas.

Luego del ingreso, se cortó el fluido eléctrico del penal y se abrió fuego tanto por los efectivos que habían ingresado en el vehículo como de aquellos que permanecían apostados en el muro del penal. La principal tarea del grupo de asalto era individualizar a los rehenes y alejarlos de la zona de fuego.

La operación logró el progresivo rescate de los rehenes civiles, algunos de los cuales se encontraban heridos de gravedad. Mosca Loca murió al ser degollado por los amotinados, quienes mantenían rencillas con él debido a la posición de poder que tenía dentro de la prisión.

¡El crimen no paga!

Foto composición: LR/Andina/ Europa Press- La Factoría

 

1015857