GINEBRA – Los ataques de Israel contra objetivos civiles en la Franja de Gaza han causado la muerte de al menos 16 756 niños, herido a otros 6168, y miles de desaparecidos pueden haber muerto bajo los escombros, denunció en un informe este jueves 19 el Comité sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas.
“Más niños han muerto en esta guerra que mujeres y hombres. Eso es masivo”, dijo la jurista sudafricana Ann Skelton, presidenta del Comité, que se reúne bajo el paraguas del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en esta ciudad suiza.
En los 350 días del actual conflicto en ese territorio palestino, de 2,3 millones de habitantes, más de un millón de niños han sido desplazados de sus hogares, 21 000 están dados por desaparecidos, 20 000 han perdido a uno o ambos progenitores, y 17 000 se encuentran solos o separados de sus familias.
El conflicto se desató luego de que la milicia islamista Hamás, basada en Gaza, atacó el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, lo que causó la muerte de 1200 personas y 250 fueron tomadas como rehenes.
La ofensiva de respuesta del ejército israelí ha causado la muerte de 41 200 personas, heridas a 95 000 y provocado la destrucción de la mayoría de las viviendas y de la infraestructura de servicios en la Franja, de 365 kilómetros cuadrados, lo que colocó a casi toda la población en una situación de emergencia humanitaria.
“Matar a civiles en esta escala es inaceptable bajo el derecho humanitario internacional y el derecho internacional de los derechos humanos. Los niños son siempre civiles”, observó Skelton.
El informe destaca que los niños y demás víctimas civiles han sufrido “ataques indiscriminados y desproporcionados, utilizando armas explosivas con efectos de gran alcance en zonas densamente pobladas”.
Además, la denegación de permisos para el acceso de ayuda humanitaria ha llevado a que decenas de niños hayan muerto por desnutrición, y unos 3500 están en riesgo de muerte por falta de alimentos. Se agrega una situación muy precaria en servicios esenciales de higiene, salud, educación, comunicaciones y albergue.
El islandés Bragi Gudbrandsson, vicepresidente del Comité, dijo a periodistas que “hay tres violaciones de las seis más graves que no queda duda de que Israel comete: matar y mutilar a niños, atacar hospitales y escuelas y denegar el acceso humanitario. Estas son violaciones extremadamente graves que no solemos ver”.
“La muerte indignante de niños es casi única en la historia. Este es un momento extremadamente oscuro en la historia”, afirmó Gudbrandsson.
El Comité también denunció “los continuos secuestros, detenciones arbitrarias y reclusiones prolongadas de un gran número de niños palestinos a manos de las fuerzas israelíes, la mayoría de ellos sin cargos, juicio o acceso a representación letrada o contacto con sus familiares”.
En paralelo, durante una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU en su sede de Nueva York, Tor Wennesland, coordinador especial para el proceso de paz en Oriente Medio, llamó a todas las partes a que tomen “medidas inmediatas” para reducir las tensiones en esa conflictiva región.
Su llamado se produjo tras varios días de lanzamientos de cohetes sobre Israel y explosiones de miles de dispositivos de comunicaciones en Líbano, con saldo de decenas de muertes y miles de personas lesionadas.
La milicia libanesa Hezbolá dijo que 20 de sus militantes murieron, y responsabilizó a Israel por las explosiones de los dispositivos en manos de miles de personas.
En su informe trimestral al Consejo, Wennesland destacó que continuaron los asentamientos ilegales de colonos israelíes en Cisjordania, el otro territorio palestino ocupado por Israel, en el período del 11 de junio al 11 de septiembre de este año.
Precisó que en total se construyeron o aprobaron 6370 viviendas en asentamientos de la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Este.
Las autoridades israelíes demolieron, confiscaron u obligaron a demoler 373 estructuras, desplazando a más de 550 personas, entre ellas 250 niños.
La resolución 2334 del Consejo de Seguridad, adoptada el 23 de diciembre de 2016 con 14 votos a favor y la abstención de Estados Unidos, exigió que Israel cesara todas las actividades de asentamiento en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén Este.
Wennesland también recordó la opinión emitida por la Corte Internacional de Justicia el pasado 19 de julio, que concluyó que el Estado de Israel “tiene la obligación de cesar inmediatamente todas las nuevas actividades de asentamiento y de evacuar a todos los colonos del Territorio Palestino Ocupado”.
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