El estado de Texas ejecutó este martes a Juan García, condenado por la muerte en 1998 de un inmigrante mexicano en un robo de tan solo US$8. Cuando cometió el delito, tenía 18 años.
Juan García, de 35 años, recibió una inyección letal en el penal de Huntsville, en Texas.
Minutos antes, Juan García se dirigió a la familia de la víctima, y les pidió perdón en español por «el daño que le hice a su padre y a su esposo».
«Nunca quise hacerles daño a ninguno de ustedes», agregó expresando su deseo de que su muerte les permitiera cerrar emocionalmente este episodio.
El reo fue condenado por la muerte de Hugo Solano, un inmigrante mexicano que hacía poco que había llegado a Estados Unidos con su familia.
Juan García, que ejecutó el robo acompañado de otros tres cómplices, fue el que disparó a Solano, de 32 años.
Durante el juicio, reconoció el crimen aunque aseguró que disparó a Solano en un forcejeo cuando la víctima se resistió, pero no quería matarlo.
CLEMENCIA RECHAZADA
Juan García solicitó clemencia anteriormente alegando problemas mentales, pero le fue rechazada. El pasado mes de marzo, la Corte Suprema estadounidense rechazó revisar su caso.
La semana pasada, la Junta de Perdones y Libertad Condicional (BPP, en inglés) de Texas también rechazó la clemencia que había solicitado su defensa. El reo estaba resignado a aceptar su destino.
«Es el deseo de Dios», dijo en una entrevista en la cárcel el mes pasado con la agencia AP.
Esta fue la undécima ejecución en el estado de Texas en lo que va de año, superando así las 10 que se llevaron a cabo en todo el 2014, según las estadísticas del Departamento de Justicia Criminal del estado.
El Centro de Información sobre la Pena de Muerte, una organización sin ánimo de lucro que registra informacion sobre el asunto, señala que Texas es el estado que más personas ejecuta en todo el país.
Foto: prensalibre.com