Fácil es culpar a José ‘Chemo’ del Solar de este nuevo desastre en un torneo de fútbol de menores. O sugerir que varios de los chicos que defendieron a la Sub 20 en Venezuela bien podrían postular a la universidad o incursionar en un negocio porque de fútbol saben poco o nada. El avance de la tecnología ha provocado que todos nos convirtamos en potenciales creadores de contenido. Si hace una semana en redes sociales se destrozaba el afiche de una puesta teatral universitaria sin haberla visto o se ensalzaba a un futbolista por un clip de ´Tik Tok’; hoy le toca a la Selección Sub 20 ser pasto de la ira de los ´todólogos’ de siempre. Esos que dicen saber mucho pero se comportan como el detritus de la sociedad.
¿Del Solar tiene responsabilidad en esta vergüenza? Por supuesto. Lleva dos años de trabajo con esta selección y, como decía Daniel Peredo (1969-2018) los técnicos al menos deben mostrar su impronta en los equipos que dirigen. Este equipo carece de una idea de juego y, como tal, está sujeto a los destellos de sus pocas individualidades. Más no tiene.
Pero el problema de fondo no va por ahí. Alguna vez tendremos que darnos cuenta -‘Chemo’ incluido- que, como su cargo lo dice, él es un seleccionador, es decir alguien que elige a los mejores de un universo. Sólo reconociéndolo nos daremos cuenta que este universo, en nuestro país, es limitado. Que la mayoría de nuestros jugadores carecen de las aptitudes físicas de sus pares latinoamericanos y ni qué decir de la formación técnica.
¿Por qué? Porque ese es trabajo de los clubes. Si no hay instituciones que formen jugadores, de nada servirá peregrinar por todo el país buscando ‘figuras’ porque hoy el talento a secas no alcanza. El deportista necesita estar bien alimentado, tener un desarrollo muscular apropiado y conocimientos técnicos que le permitan, por ejemplo, saber parar una pelota o patear con los dos pies.
Esa es la chamba que ‘Chemo’ quiso hacer en estos dos años y que, lamentablemente, está a destinada al fracaso porque en tan poco tiempo no puede suplirse un trabajo que demanda años y una buena organización.
¿A quién le corresponde promover este cambio, jalar por enésima vez de las orejas a los clubes, organizar torneos competitivos y otros etcéteras más? A la Federación Peruana de Fútbol. Pero don Agustín Lozano, como los políticos que gobiernan el país, cree que está haciendo un gran trabajo, y que nadie tiene el derecho de contradecirlo.
Johan Cruyff (1947-2016) el legendario crack holandés dijo un día que “el fútbol es un deporte que se juega con el cerebro; de estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado, ni demasiado pronto ni demasiado tarde”. ¿Hoy ocurre esto con nuestros juveniles futbolistas? No lo creo.