Tener dos o tres citas al mes puede representar hasta el 15% del sueldo promedio en Perú. En fechas especiales como San Valentín, el gasto puede superar los S/.280.00 y, al sumar aniversarios y cumpleaños, el presupuesto puede alcanzar hasta el 30% del ingreso mensual.
El amor es un sentimiento maravilloso, pero también implica gastos que pueden afectar nuestras finanzas si no los gestionamos con responsabilidad. Desde las primeras citas hasta la convivencia, cada etapa de una relación conlleva una inversión: cenas, salidas al cine, detalles y regalos forman parte del ‘presupuesto sentimental’. Con el tiempo, estos gastos crecen, incluyendo aniversarios, viajes y, eventualmente, compromisos financieros mayores como el alquiler y los servicios compartidos
En fechas especiales, como San Valentín, esta dinámica se intensifica. Lo que comenzó como un gesto romántico puede convertirse en un gasto significativo, impulsado por campañas publicitarias y promociones diseñadas para incentivar el consumo. Muchas parejas, dejándose llevar por la emoción del momento, terminan gastando sin evaluar el impacto real en su economía.
El impacto financiero del amor
Las cifras dejan en claro la importancia de una buena planificación. Según el INEI, tener dos o tres citas al mes que impliquen un gasto promedio de S/.100.00 por salida, puede representar hasta el 15% del sueldo promedio en Perú.
Este impacto se intensifica en fechas especiales como San Valentín, cuando el desembolso estimado oscila entre S/.200.00 y S/.280.00. Si a esto sumamos los gastos en aniversarios y cumpleaños con montos similares, el total anual supera los S/.600.00, lo que equivale a un 30% del ingreso mensual promedio.
“Si estos gastos no se gestionan con anticipación, pueden generar desbalances financieros que limiten el ahorro y afecten otras responsabilidades económicas”, explicó Isabel Sánchez Jugo, profesora de la Universidad del Pacífico. “De hecho, la falta de control en el ‘presupuesto sentimental’ no solo compromete la estabilidad del mes a mes, sino que también puede llevar a endeudamientos innecesarios, dificultando la solidez financiera a largo plazo”, afirmó.
El amor en la tercera edad va de la mano con la compañía y la camaradería en pareja
Para evitar que el amor se convierta en un problema para el bolsillo, la docente de la Universidad del Pacífico, brinda cuatro consejos fundamentales:
Ten un presupuesto realista. No necesitas anotar cada sol, pero sí tener claro cuánto puedes gastar sin afectar tus metas financieras. Recuerda: el ahorro no es lo que te sobra, es lo que planificas.
Dale un propósito a tu dinero. Disfrutar está bien, pero encuentra un equilibrio entre el corazón y la razón. Piensa en lo que realmente aporta valor a tu relación y a tu futuro financiero.
Define tus prioridades. No todo gasto es urgente. Pregúntate qué es esencial cubrir primero y qué puede esperar.
Evita las compras impulsivas. Antes de gastar, hazte esta pregunta clave: ¿lo quiero o realmente lo necesito? A veces, esperar un poco te ayuda a tomar mejores decisiones.
El amor no tiene precio, pero vivirlo con responsabilidad financiera es fundamental para evitar estrés económico y construir relaciones saludables y sostenibles en el tiempo. Aprender a equilibrar las emociones con la razón financiera permite disfrutar sin comprometer la estabilidad. Porque al final, el mejor regalo en una relación no es el más costoso, sino aquel que se da con planificación, significado y, sobre todo, sin poner en riesgo la tranquilidad económica de ambos.