El Barcelona ganó este martes al Benfica (3-1) en el Estadi Olímpic Lluís Companys, en el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League, para reafirmar el 1-0 de la ida y sellar el pase a los cuartos con dedicatoria inicial y final al fallecido doctor del primer equipo Carles Miñarro, en una tarde en la que se volvieron a exhibir Pedri, Lamine Yamal y el ‘pichichi’ Raphinha.
El Barza coronó un gran partido de dos partes bien distintas; una llena de ocasiones y de goles y otra, ya con el 3-1 y la eliminatoria en el bolsillo, llena de control y evitando cualquier susto posible en una tarde-noche en la que todo salió a salir de boca para los del DT Hansi Flick.
El Benfica salió a apretar arriba, con una presión que llegaba hasta el área blaugrana, pero el Barza también quiso ir a buscar al rival y gozó de las mejores ocasiones en el primer tercio del encuentro, con un disparo de Lamine Yamal a pase quirúrgico de Pedri o un flojo remate de Robert Lewandowski. Y, a la tercera, fue la vencida.
Una gran jugada de Lamine Yamal desde la derecha, en la que rompió la cintura a un Florentino que se fue al suelo, con posterior internada del extremo, terminó en un pase inesperado, pero preciso, a Raphinha que esperaba esa asistencia y le pegó al balón de primeras para abrir el marcador.
Y el Benfica no tardó nada, apenas un minuto, en volver a igualar el partido y poner algo de morbo, por unos minutos. Lo hizo en jugada a balón parado, en un córner peinado en el primer palo y con un remate del central Nicolás Otamendi, libre de marca. Y Wojciech Szczesny, en la línea de gol hundido, llegó a tocar, pero no pudo evitar el empate.
El partido aflojó un poco, siempre con el Barza sobando el balón y buscando ser directos a la que abrían huecos. Y el Benfica estaba bastante de acuerdo en aceptar la espera de otro córner u otra contra. Hasta que llegó la magia de Rocafonda. Porque Lamine Yamal se harta de que le digan que lleva un tiempo sin marcar, porque está claro que es el santo y seña del presente y largo futuro de este Barza.
Lamine Yamal marcó el 2-1 y cambió el duelo y la eliminatoria. Salvó con mucha fe un saque de banda en contra, encaró y superó a Tomás Araújo y se inventó una rosca larga, con precisión y mimo superando la potencia, que entró por el palo largo de un incrédulo Trubin. El ucraniano no pudo hacerse más largo ni evitar el auténtico golazo de Lamine Yamal.
Pese a que la afición del Benfica, numerosa y ruidosa, decidió simular un ‘infierno rojo’ en Montjuïc con varias bengalas, el Barza recuperó el balón y el ‘tempo’, dejando sin ocasiones a los portugueses. Además, lo hicieron de forma valiente, y en una presión alta Dani Olmo recuperó un balón y vio solo a Robert Lewandowski, que aunque duro disparó centrado y la ocasión la desvió, como pudo, Trubin.
Gran ocasión para el delantero polaco, que no pudo poner más tierra de por medio antes del descanso. Por suerte para el Barza, Raphinha sí mostró el camino a seguir y, casi en la siguiente jugada, volvió a disparar cruzado y marcó. Undécimo gol para Raphinha en esta Champions, reforzando su candidatura a máximo goleador de la competición.
Un 3-1 que lo hizo el brasileño, pero que la firma la puso un Alejandro Balde que hizo una carrera larguísima, inalcanzable, confirmando una gran primera parte. Como la del Barza, en general, con ese 3-1 (4-1 de global) a falta de 45 minutos. Con todo de cara para ganar y dedicarle el triunfo y el pase al recientemente fallecido doctor del primer equipo.
Tras el descanso el Benfica no pudo cambiar las cosas. Un gol rápido hubiera abierto el cruce, pero el Barza salió listo y con la premisa clara; tener el balón. Y, evitado el susto inicial, y tuvo las ocasiones más claras para seguir confirmando el pase a los cuartos. Quizá la más clara fue una contra conducida por De Jong que el propio neerlandés no pudo culminar en gol, tirándose al suelo para rematar un centro de Lamine.
Poco más se vio en el terreno de juego de Montjuïc, que presentó una buena entrada en este horario vespertino de las 18.45 horas. El Barza jugó a que la nada fuera la protagonista. Con alguna ocasión puntual, pero sin perder ni ceder el control a un Benfica que bajó los brazos bien pronto. Para marcar hay que crear, y para crear hay que dominar la pelota y, esta, era cien por cien blaugrana. Victoria, dedicatoria y pase a cuartos de esta Champions.
Ficha técnica del encuentro
Barcelona (3): Szczesny; Koundé, Ronald Araujo, Iñigo Martínez (Eric Garcia, m.87), Balde; De Jong (Casadó, m.81), Pedri; Lamine Yamal (Fermín, m.81), Olmo (Gavi, m.70), Raphinha; y Lewandowski (Ferran Torres, m.70).
Benfica (1): Trubin; Tomás Araújo (Rego, m.84), António Silva, Otamendi, Dahl; Aursnes, Florentino (Barreiro, m.70), Kökçü (Belotti, m.70); Aktürkoglu (Renato Sanches, m.56), Pavlidis y Schjelderup (Amdouni, m.56).
Goles: 1-0. m.11, Raphinha. 1-1. m.13, Otamendi. 2-1. m.27, Lamine Yamal. 3-1. m.42, Raphinha.
Árbitro: François Letexier (francés). Amonestó a António Silva (m.48) en el Benfica.
Escenario: Estadi Olímpic Lluís Companys, con 47,111 espectadores.
Fuente Europa Press / foto X