Pese al afán de algunos parlamentarios de derecha en Chile de insistir en resaltar la figura del dictador Augusto Pinochet, las evidencias condenatorias son cada vez más frecuentes, como el caso ahora de Orlando Letelier.
Documentos desclasificados, que Estados Unidos entregó a Chile esta semana, señalan con claridad, por primera vez que Pinochet ordenó el asesinato del entonces canciller Letelier, en Washington, en 1976.
Aunque fuera de Chile la noticia carece de sorpresa, aquí el asunto apunta hacia mayores alcances porque a priori, no solo Pinochet aparece con sus manos manchadas de sangre, sino también otras figuras todavía con vida en el país austral.
Los primeros comentarios de los textos entregados por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, fueron hechos por el senador socialista Juan Pablo Letelier, hijo del exministro.
«Hay una comunicación entre el entonces secretario de Estado George Shultz (1982-1989) con la Presidencia, donde informa que hay un documento concluyente de la CIA sobre la responsabilidad de Pinochet en el asesinato de mi padre», comentó el legislador.
Definitivamente, el general que encabezó una asonada golpista contra el presidente constitucional Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, ordenó el crimen de Orlando Letelier, ejecutado en Washington en 1976.
Letelier falleció a los 44 años, junto a su secretaria Ronny Moffit, al estallar una bomba accionada mediante control remoto colocada bajo el piso de su automóvil por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
La tenebrosa DINA era dirigida por el general Manuel Contreras, quien falleció recientemente, sentenciado a más de 400 años de cárcel, hombre fuerte de la junta militar pinochetista (1973-1990).
Orlando Letelier fue, además, ministro de Defensa y embajador en Estados Unidos durante el gobierno de la Unidad Popular de Allende. Fue detenido en Chile con el golpe de estado y luego liberado.
Socialista como Allende, partió al exilio a Venezuela y más tarde a Estados Unidos, donde mantuvo una intensa actividad para denunciar las atrocidades de la dictadura, que, ante tales declaraciones, lo despojó de su nacionalidad chilena.
Se trata de archivos, en su mayoría de finales de la década de 1980, que recibió el senador de manos del actual ministro de Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, quien le entregó una copia de los archivos en pendrive (memoria USB).
Precisó, asimismo, que en los desclasificados se detallan las maniobras del dictador para encubrir su participación y que incluso se planteaba la posibilidad de «eliminar físicamente» al el ex director de la DINA, Manuel Contreras.
Contreras, entre sus numerosas sentencias, tenía una, del 12 de noviembre de 1993, a siete años de prisión, como autor intelectual del crimen.
«Se va a confirmar la responsabilidad de Pinochet y también de gente que no está. Es probable que surjan antecedentes de personas que vivas y que tuvieron participación en el encubrimiento», dijo Letelier.
El parlamentario deslizó también que «muchos sospechan que aparecerá el nombre de Cristián Labbé», un personaje de la Unión Demócrata Independiente (UDI), quien fuera alcalde de una comuna y con un expediente militar altamente sospechoso.
Con el mismo modus operandi, el agente de la CIA y colaborador cercano de la DINA, Michael Townley, asesinó a otro estrecho colaborador de Allende, el exgeneral Carlos Prats, juntamente con su esposa Sofía Cuthbert, en Buenos Aires en 1974. (Prensa Latina)