Un inicio con derrota en una eliminatoria no puede dejar conforme aun cuando se diga que el empate, como el oleaje en la playa, “es igual para todos”. No puede ser porque hubo un ganador, y ese fue Colombia en el primer tope rumbo a Rusia 2018 donde Perú salió de Barranquilla con las manos vacías.
Se perdió porque en el primer tiempo los jugadores, salvo el inicio de los 15 primeros minutos, se metieron en un pozo de ineficiencia. No hubo un solo remate al arco de David Ospina. Con esa poca ambición, te muelen a pelotazos.
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— Crónica Viva (@cronica_viva) October 9, 2015
Colombia no fue más que Perú, y en ese tanteo de poca consistencia, el dueño de casa se fue al descanso con un gol con pelota parada, distracción de la defensa y el arquero Pedro Gallese desatento ante el cabezazo de Teófilo Gutiérrez.
En el segundo tiempo, Perú fue más y se encontró con un rival al que se le podía causar daño. El palo repelió el disparo de Paolo Guerrero, y Jordy Reyna definió mal, muy mal, para que el empate llegara como justa consecuencia al ejercicio dominante de los peruanos.
Luego, vino el contragolpe de Edwin Cardona, sustituto de James Rodríguez, para que el balance del partido se inclinara a favor de los cafeteros.
En suma, no hay merecimientos sino resultados en el fútbol. Si no llega el gol, puede que sea injusto haber hecho tanto dominio y el poste jugara como árbitro de casa. Lo cierto es que habrá una revancha, en ese caso ya no habrá disculpas por el calor de Barranquilla.
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