San Millán de la Cogolla (España).- El escritor colombiano Héctor Abad Faciolince aseguró hoy que «un manual de estilo no es un catecismo de mojigatería idiomática, sino que debería ser como un botiquín de primeros auxilios para la claridad».
El escritor defendió la «belleza de la diferencia» y resaltó que «los manuales de estilo no deberían ser de etiqueta lingüística, sino de higiene lingüística, de claridad, porque la lengua es un medio de diálogo y de comprensión mutua».
Abad Faciolince pronunció la conferencia inaugural del X Seminario Internacional de Lengua y Periodismo, inaugurado por la reina española Letizia y que analiza «Manuales de estilo en la era de la marca personal» en la localidad de San Millán de la Cogolla (norte de España).
La reina Letizia afirmó que un manual de estilo periodístico «no obliga, tan solo reglamenta preferencias de uso» y añadió que no tiene duda de su utilidad porque «unificar criterios» no tiene otro fin «que lograr que la comunicación sea eficaz».
Para el escritor, «más que policías gramaticales o celadores del lenguaje o inquisidores de la pureza, los manuales de estilo deben ayudar a la sencillez, a la claridad, y no como normas férreas para imponer lo tradicional o excluir la novedad, sino como generosos herramientas de entendimiento y de ayuda mutua».
«La unidad no es un asunto de imperio, sino de comodidad de lectura», apostilló Abad Faciolince, quien sugirió a los asistentes al seminario que piensen «en lo necesario que es siempre ponerse en la situación del otro para entender por qué lo hace de otra manera y por qué para él el pequeño riachuelo de su aldea es tan importante y tan amado como el río Tajo».
Y señaló que por eso palabras como huracán, canoa, caco, tomate, mango, guanábana, alcornoque, olivo, carabela, enjalbegabais y Yuso «nos resultan a todos, a cada uno a su manera, bellas y entrañables».
«Es una paradoja verdadera: somos iguales, precisamente, porque somos distintos. Nuestras variedades del español son dignas y hermosas, porque son genuinamente nuestras. Y en lo auténtico y en lo genuino nos vamos a entender siempre», precisó el autor de «La oculta».
En su conferencia, titulada «En roman paladino«, expresó su convicción de que «todo hablante nativo, si no se azara ni se intimida, si no dedica demasiada introspección a su forma de hablar, si se expresa espontáneamente en la lengua de sus amigos, hablará siempre bien».
Señaló que «una de las más extraordinarias conquistas culturales de España fue haber mantenido la unidad y comprensión de nuestra lengua a las dos orillas del océano Atlántico», e, incluso, «a lo largo de casi toda la orilla occidental del océano Pacífico, desde California hasta la Patagonia».
Abad Faciolince recordó que con la independencia de la mayoría de los estados americanos, «nuestra lengua corrió el riesgo más grave de su asombrosa historia: perder la unidad, perder la capacidad de ser el vehículo ideal de comprensión entre muy distintos países».
Pero recordó que alguien dijo que fue en América donde la lengua castellana se convirtió en el idioma español, ya que fue «allá donde esta ‘lingua franca’ unió y permitió comunicarse a vascos, catalanes, gallegos, portugueses, africanos esclavizados de cientos de pueblos y lenguas diferentes, e indígenas americanos, también ellos de muy distintas civilizaciones, idiomas y culturas».
«Esta hermosa lengua, la que dignificaron Berceo, Garcilaso, Manrique, Lope, Cervantes y Quevedo, es la que nos ha dado una manera eficaz de traducir en palabras los más disímiles pensamientos y sensaciones».
América, en la segunda mitad del siglo XX, pudo «pagarle» a España, «con mucho retraso, pero con buenos intereses, esas viejas deudas literaria que contrajimos con ustedes hace cuatro siglos» y citó, entre otros, a Borges, Cortázar, Vargas Llosa, García Márquez, Rulfo, Octavio Paz y Rubén Darío.
Organizado por la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) y la Fundación San Millán de la Cogolla (norte de España), en la inauguración del seminario también participaron el director de la Real Academia Española (RAE) y presidente de la Fundéu BBVA, Darío Villanueva, y el presidente de la Agencia Efe, José Antonio Vera.
Villanueva repasó los manuales de estilo publicados en español, desde el primer libro de estilo de la Agencia EFE en 1976 hasta la actualidad; y los calificó como una herramienta «insustituible», cuyo futuro es el mismo que el futuro de la comunicación.
Y el presidente de EFE destacó la importancia de que los periodistas hablen «en román paladino: de manera clara, directa, sin rodeos ni palabras oscuras» para que su narración sea buena y comprensible, y ello «no es posible sin un buen conocimiento de la lengua española», en cuya defensa y promoción siempre ha estado comprometida la agencia. EFE