Una pequeña réplica de la Estatua de la Libertad de la ciudad de Nueva York, que representa a la independencia, se ubica en la plaza Francia en el Cercado de Lima, convirtiéndose en un importante nexo histórico entre los pueblos de Francia y Perú.
Al igual que la de los Estados Unidos, esta escultura de 3 metros y 10 centímetros fue un regalo de la colonia francesa por la independencia y en representación de la libertad de los pueblos.
Para que esta obra de arte llegara a suelo peruano se organizó una comisión en Francia para ser obsequiada con motivo del Centenario nuestra independencia y fuera ubicada en la plaza Mayor, según el estudio del historiador Juan Pacheco Ibarra.
Sin embargo, el país europeo no pudo entregar el obsequio a tiempo, para el centenario. Recién en 1925 se creó una nueva comisión a cargo del ingeniero Michel Fort.
Ese nuevo grupo se encargó de financiar la obra y convocó a un concurso en Roma en 1925 para elegir quién esculpiría la Estatua de la Libertad que sería enviada al Perú.
El artista René Bertrand-Boutée, reconocido por sus esculturas de bronce, fue seleccionado para realizar la obra escultórica para Perú y a principios de 1925 inició la tarea encomendada.
Con el apoyo del francés Soleau, la escultura fue fundida en una sola pieza, además de una placa de bronce que tiene la inscripción: “Homenaje de la colonia francesa a la República del Perú en el primer centenario de su Independencia”.
El gobierno de Augusto B. Leguía construyó una plaza llamada Libertad para la obra de Bertrand-Bouteé, que fue inaugurada el 17 de enero de 1926 con la presencia del jefe de Estado, el arzobispo Dávalos Lisson y diplomáticos franceses.
En 1968, la plaza Libertad cambio de nombre por segunda vez, primero fue cambiado a plaza México, y luego empezaron a llamarla Micaela Bastidas, por lo que sustituyeron la obra de Bertrand-Bouteé por una que representaba a la esposa de Túpac Amaru II.
La Estatua de la Libertad fue llevada a la plaza Francia, que antes de 1911 era llamada de la Recoleta, y sigue ahí hasta nuestros días.
Lamentablemente, esta escultura fue mutilada por desconocidos que quitaron su antorcha, dejando solo una mujer con el puño en alto.
Hasta la fecha no se ha hecho nada por reconstruir parte de la estatua que representa la libertad e igualdad de todos los ciudadanos del mundo.
Luis Enrique Mendoza
Publicado el miércoles 01 de Agosto de 2012 – 08:46