ISLAMABAD.- Al menos 11 personas murieron y 23 resultaron heridas por la explosión de una bomba hoy en un autobús en Quetta, en el suroeste de Pakistán, donde está activada una alerta ante la proximidad de la celebración chií de la ashura, informó una fuente oficial.
«La explosión se produjo en un autobús de pasajeros en Saryab Road, donde murieron once personas y otras 23 resultaron heridas, cinco en situación crítica», dijo el secretario de Interior de la provincia de Baluchistán, Akbar Hussain Durrani.
También detalló que, de acuerdo con el Equipo de Desactivación de Explosivos, la bomba estaba colocada en la parte de atrás del autobús, en el que iban entre 35 y 40 pasajeros.
Los heridos fueron trasladados a hospitales y las fuerzas del orden acordonaron la zona, indicó Durrani.
La explosión se produjo por una bomba de relojería con al menos seis kilos de explosivos, según recoge el canal de televisión paquistaní Geo de fuentes policiales.
El jefe de gobierno provincial, Abdul Malik Baloch, confirmó a ese medio que la explosión la produjo una bomba que destrozó el techo el vehículo.
EN ALERTA POR FESTIVIDAD CHIÍ
Las fuerzas de seguridad se encuentran en alerta en la provincia ante la celebración a partir del próximo fin de semana de ashura o Muharram, el mes en que los chiíes conmemoran el martirio de Husein, nieto de Mahoma.
Los atentados de carácter sectario en Pakistán, en especial contra la minoría chií, que representa un 20 % de la población del país, se han incrementado en los últimos años en medio del recrudecimiento general de la violencia terrorista desde finales de 2012.
En junio de 2013, un atentado cerca de un centro de rezo chií en Quetta causó la muerte a 30 personas y heridas a otras 60, mientras que, a principios de 2014, tres matanzas en barrios chiíes de esa misma ciudad y Karachi causaron más de 250 muertos.
Baluchistán es una provincia fronteriza con Afganistán e Irán, la más extensa y menos poblada de Pakistán, que es escenario habitual de ataques de grupos secesionistas, milicias islamistas y redes mafiosas que operan en todo el país.
Estas milicias recurren a atentados contra instituciones públicas, fuerzas del orden y puntos de interés económico en una provincia con importantes recursos mineros, así como a asesinatos selectivos de trabajadores de etnias distintas a la baluchi, consideradas «invasoras”, según reporta excelsior.com.mx
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