WASHINGTON.- El economista jefe del Banco Mundial (BM), Augusto de la Torre, subrayó hoy que la región latinoamericana «se ha bifurcado», con México y Centroamérica aprovechando el repunte de EE.UU. y Suramérica lastrada por la ralentización china; por lo que expresó su «temor» a que el actual frenazo siga en 2016.
«Centroamérica, México y el Caribe están siguiendo la recuperación de la economía de EE.UU. Y Suramérica está sufriendo la desaceleración de China. La región se ha bifurcado. EE.UU. empujando hacia arriba y China hacia abajo», explicó De la Torre en una conferencia sobre las perspectivas latinoamericanas.
Las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), presentadas a comienzos de octubre en Lima, sitúan a América Latina en una recesión del 0,3 % para este año y un leve repunte del 0,8 % para el próximo.
De la Torre, sin embargo, se mostró más cauto ante el futuro próximo de la economía latinoamericana en un contexto de creciente volatilidad.
«Tengo el temor de que el próximo año sea también de cero o muy bajo crecimiento. Todavía queda mucha tela que cortar, y no creo que los países hayan tocado fondo, solo Chile«, agregó.
Junto a De la Torre, estuvieron José Juan Ruiz, economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); y Robert Rennhack, subdirector del Departamento de América del FMI en una conferencia celebrada en el centro de estudios Brookings de Washington.
Ruiz se mostró más optimista y destacó los logros alcanzados en América Latina en los últimos años en materia de inclusión social y reducción de las desigualdades.
«América Latina está estancada en un mundo que no crece. Ya no somos singulares, tenemos problemas similares a los del resto del mundo, algo que antes no ocurría», indicó el economista jefe del BID.
Ambos sí que coincidieron en la importancia de aumentar la integración comercial regional y desarrollar la fortaleza institucional, con el objetivo de consolidar los progresos registrados y evolucionar hacia un modelo económico más diversificado y menos dependiente de las materias primas.
Por su lado, el representante del Fondo remarcó que es fundamental reconocer que «el cambio en el contexto externo global es permanente», por lo que la región latinoamericana «debe adaptarse».
En este sentido, apuntó que varios países se encuentran en una menor posición dada su estabilidad macroeconómica, al citar a Perú, Chile, México o Colombia, que cuentan con tasas de crecimiento superiores al 2 %.
Otros como Argentina, añadió, deberán encarar un ajuste el próximo año; mientras Brasil enfrenta una compleja situación política, que ha situado en recesión a la primera economía regional.
Situación aparte es la de Venezuela, que Rennhack calificó de «muy complicada», para la que el FMI prevé una contracción económica del 10 % este año y una inflación de más del 160 %.
Precisamente hoy la institución dirigida por Christine Lagarde aseguró que «no hay negociaciones para un programa de apoyo financiero para Venezuela», en respuesta a los señalamientos del gobierno de Nicolás Maduro de que la institución está diseñando un plan de ajuste económico.
«El Fondo Monetario Internacional no está negociando un programa de apoyo financiero para Venezuela con nadie», subrayó a Efe un portavoz del organismo, que pidió el anonimato, al recordar que sus programas de ayuda solo se ofrecen si lo solicita el gobierno de un país.
Respondía así a una supuesta conversación telefónica, difundida por el gobierno de Maduro, en la que el exministro venezolano Ricardo Hausmann subraya al empresario Lorenzo Mendoza que la única manera de que la comunidad internacional coordine ayuda económica para los países es a través del FMI.
En concreto, sostiene que, en el caso de Venezuela, se estaba hablando de un plan de entre 40.000 y 50.000 millones de dólares.
Venezuela, con el presidente Hugo Chávez al frente del gobierno, ordenó en 2007 la retirada del país del FMI y del Banco Mundial, por lo que, desde entonces, no hay relaciones formales con Caracas. EFE
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