WASHINGTON.- El presidente de EEUU, Barack Obama, intensificó hoy su campaña para fundar un sistema penal «más inteligente, más justo y más efectivo» y adelantó que la próxima semana viajará a la ciudad de Newark (Nueva Jersey) con el fin de impulsar la reforma carcelaria que debate el país.
«Creo que podemos ayudar a aquellos que ya han cumplido su condena y se han ganado una segunda oportunidad para que consigan el apoyo que necesitan para convertirse en miembros productivos de esta sociedad», destacó Obama en su mensaje sabatino transmitido por radio e internet.
La reforma del sistema criminal se ha convertido en una de las prioridades del segundo mandato de Obama, que quiere acabar con las altas tasas de encarcelamiento del país y las elevadas condenas por delitos de drogas que la Justicia impone desde que en la década de 1980 el Congreso aprobara cambios penales en este sentido.
«Creo que podemos interrumpir el flujo de personas desde escuelas con pocos recursos a cárceles abarrotadas», apostó el mandatario, que criticó «la disparidad» con la que la Justicia castiga a las minorías afroamericana y latina, encarceladas y arrestadas en mayor proporción que los ciudadanos blancos.
En su intervención, Obama recordó que EEUU tiene a 2,2 millones de personas entre rejas como parte de un sistema penal que cuesta 80.000 millones de dólares a las arcas del Estado cada año.
A mediados de octubre, el mandatario retomó su campaña por una reforma del sistema criminal y comenzó una gira por diferentes ciudades del país, que el próximo viernes le llevará a la localidad de Newark, conocida por su disparidad racial y apodada «ciudad de los ladrillos».
Hace dos semanas, Obama visitó Charleston, en Virginia Occidental, para anunciar nuevas medidas destinadas a combatir la adicción a la heroína y los analgésicos opiáceos, un problema que se ha multiplicado en los últimos años y que ha provocado la muerte de miles de personas por sobredosis.
La reducción de las sentencias para los condenados por delitos no violentos relacionados con las drogas es una de las propuestas claves de la reforma penal de Obama y que el mandatario mencionó por primera vez en su discurso sobre el Estado de la Unión frente al Congreso en enero pasado.
Desde entonces, Obama se ha reunido con los jefes de Policía de todo el país -el pasado martes en Chicago (Illinois)- y también ha hablado con presos durante una visita en julio a la cárcel de El Reno (este de Oklahoma) con la que se convirtió en el primer presidente en visitar durante su mandato una prisión federal.
(EFE)