LONDRES.- Los trabajadores sanitarios y los profesores del Reino Unido están obligados a denunciar los casos de mutilación genital femenina de los que tengan conocimiento, bajo la amenaza de afrontar sanciones laborales que pueden llegar al despido.
La norma se aplicará a médicos, enfermeros, comadronas y profesores en Inglaterra y Gales que traten con niñas menores de 18 años.
El Gobierno británico calcula que cerca de 137.000 mujeres han sufrido esa práctica, declarada ilegal en el Reino Unido desde 1985 y que el Ejecutivo se ha propuesto erradicar «durante esta generación».
Peruanas víctimas de esterilizaciones forzadas exigen justicia https://t.co/hVY0FRE09G pic.twitter.com/VTsVGkCt0U
— Crónica Viva (@cronica_viva) September 21, 2015
«Los profesionales de la salud están en la primera línea de la lucha contra la mutilación genital femenina y este nuevo deber es el siguiente paso en esa batalla», afirmó la secretaria de Estado de Sanidad, Jane Ellison.
«Estamos proveyendo a los empleados del sistema público de herramientas para reforzar la respuesta ante niñas que estén en riesgo de sufrir esa práctica y protegerlas mejor», afirmó.
La directora de Enfermería de la sanidad pública inglesa (NHS England), Hilary Garratt, afirmó por su parte que los trabajadores deben «contribuir a acabar con la mutilación genital femenina y asegurarse de que las mujeres y niñas que han sido víctimas de esa práctica reciben el tratamiento y apoyo adecuados».
En Escocia e Irlanda del Norte no es una obligación legal denunciar a la policía casos de ablación.
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