BERLÍN.- La investigación encargada por la Federación Alemana de Fútbol (DFB) al bufete de abogados Frehfields apunta a que en el proceso de concesión del Mundial 2006 hubo al menos planes de soborno que amenazan con salpicar a Franz Beckenbauer, actualmente investigado por la FIFA.
Según confirmó la DFB, después de que aparecieran informaciones de prensa al respecto, el bufete de abogados ha encontrado un preacuerdo firmado por Beckenbauer, como presidente de la candidatura alemana, e ideado por su asesor, Fedor Radmann, con el trinitense Jack Warner, presidente de la CONCACAF en el momento de la elección de la sede en el año 2000.
Radmann fue la eminencia gris de la candidatura alemana para el Mundial mientras que Beckenbauer era el rostro visible.
El preacuerdo apuntaba a una amplia cooperación con la CONCACAF, lo que, según el diario «Süddeutsche Zeitung», recuerda el modelo de negocios de Warner, suspendido a perpetuidad por la Comisión de Ética de la FIFA desde el pasado septiembre e investigado por la fiscalía de Estados Unidos por posible corrupción y enriquecimiento ilícito.
Warner solía, a través de su influencia como presidente de la CONCACAF y vicepresidente de la FIFA, asegurarse derechos de transmisión de partidos y contingentes de entradas que luego vendía en beneficio propio, de acuerdo a los datos desvelados en la investigación.
El preacuerdo que se ha encontrado, según explicó el presidente interino de la DFB Rainer Koch, tenía que ver con partidos amistosos, apoyo a la formación de entrenadores de la CONCACAF y con contingentes de entradas para partidos del Mundial y podría apuntar en esa dirección.
El Mundial 2006 fue concedido en el año 2000 a Alemania, cuya candidatura se impuso a la de Sudáfrica por 12 votos a 11. En la votación el representante de Nueva Zelanda, Charles Dempsey, se abstuvo, según desveló días después, tras recibir varias amenazas.
Sin embargo, Warner al parecer votó en contra de Alemania y hasta el momento la investigación apuntaba a la posible compra de los votos de Asia en una operación en la que habría tenido un papel clave el catarí Mohamed bin Haman, exdirigente de la FIFA suspendido por ésta a perpetuidad por corrupción.
La aparición del preacuerdo habría sido, según el diario, el detonante de la dimisión ayer del presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Wolfgang Niersbach.