Birmania: Nobel de la Paz Suu Kyi gobernará desde la sombra

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BANGKOK.- Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz de 1991, obtuvo hoy los escaños parlamentarios suficientes para decidir el próximo presidente de Birmania (Myanmar) y, a través de él, gobernar el país durante los próximos cinco años.

La maniobra, en apariencia no muy democrática, es la solución hallada por Suu Kyi al impedimento constitucional de poder ser jefa de Estado.

La Constitución de 2008, redactada y refrendada durante la dictadura militar, impide ocupar la jefatura del Estado a cualquier candidato casado con un extranjero o con hijos de otra nacionalidad.

Suu Kyi, quien sufrió en total más de 15 años de arresto domiciliario durante los regímenes militares, es viuda del profesor británico Michael Aris y sus hijos Alexander y Kim tienen pasaporte del Reino Unido.

El movimiento democrático birmano ha intentado enmendar la Constitución desde que la última junta militar traspasó el poder a un gobierno civil afín, en 2011, pero han abortado cualquier intento las Fuerzas Armadas, que tienen reservado el 25 por ciento de los escaños de ambas cámaras parlamentarias.

El actual presidente del país, Thein Sein, primer ministro del régimen anterior, ha defendido esta norma constitucional al decir que estaba presente en la Carta Magna de 1947 y que Henry Kissinger tampoco pudo aspirar al Despacho Oval en la Casa Blanca por haber nacido en Alemania.

Suu Kyi nació en Rangún el 19 de junio de 1945, hija de Aung San, héroe de la independencia, y Khin Kyi.

Cuando tenía dos años, su padre fue asesinado cuando trabajaba para la independencia de Birmania, por lo que creció con su madre y dos hermanos: Aung San Lin, que falleció a los ocho años, y Aung San Oo.

A los 15 años abandonó Birmania para instalarse en la India, donde su madre había sido nombrada embajadora.

En los años de la década de los 60, se mudó a la ciudad universitaria británica de Oxford para cursar Filosofía, Economía y Política, y allí conoció al que se convertiría en su marido, el profesor Aris, con el que tuvo a Alexander (1973) y Kim (1977).

En los años siguientes compartió las funciones de madre y esposa con trabajos y estudios en Japón y Bután, hasta que en 1988 regresó a Birmania para cuidar de su madre enferma, quien moriría a finales de ese mismo año.

Su llegada a Rangún coincidió con las manifestaciones de miles de activistas que exigían el fin de la dictadura y reformas democráticas en un país gobernado por militares desde 1962.

Inspirada en parte por la resistencia pacifista de Mahatma Gandhi, Suu Kyi se unió pronto a las protestas y, ayudada por la aureola de su padre, se convirtió en guía espiritual de la marea democrática que exigía elecciones generales.

El régimen sacó el Ejército a las calles y sofocó la movilización a costa de unos 3.000 muertos, pero no logró acallar el clamor hasta que introdujo cambios en el gobierno y prometió elecciones generales al año siguiente.

En septiembre de 1988, Suu Kyi contribuyó a fundar la Liga Nacional para la Democracia (NLD, sigla en inglés), con la que ganó por amplia mayoría los comicios prometidos.

En 1989, Suu Kyi sufrió su primer arresto domiciliario, que le impidió participar en la campaña electoral, y los militares derrotados desacataron al año siguiente el resultado de las urnas.

La NLD pasó a la clandestinidad mientras sus candidatos elegidos en los comicios eran detenidos y encarcelados.

En 1991, Suu Kyi recibió el Premio Nobel de la Paz por su lucha pacífica por la democracia birmana, y en 1995 fue liberada del arresto domiciliario, pero pronto comprendió la junta militar que no iba a poder utilizarla.

En 1999, la líder birmana sufrió un duro golpe personal con la muerte de su marido de cáncer en Londres y la imposibilidad de viajar a su lado y al de sus hijos por temor a que las autoridades birmanas le impidiesen el regreso.

Suu Kyi pasó en total 15 años confinada en su residencia en Rangún (1989-1995, 2000-2002 y 2003-2010), aislada del mundo exterior excepto por una radio en la que escuchaba la BBC y algunas visitas autorizadas raramente por la Junta.

Recuperó la libertad el 13 de noviembre de 2010, seis días después de que los birmanos votasen en los primeros comicios legislativos que celebraba el país desde 1989, boicoteados por la NLD y que ganó el oficialista Partido para la Solidaridad y Desarrollo de la Unión, de Thein Sein.

En 2012, Suu Kyi obtuvo un escaño parlamentario en unas elecciones parciales en las que sí concurrió su partido, que demostró que conservaba el favor de los birmanos pese a la represión y todo el tiempo pasado.

Las elecciones del pasado domingo volvieron a probarlo al conceder a Suu Kyi los escaños suficientes para gobernar, aunque sea en la sombra.

EFE/Foto:  birmania-libre.blogspot.com

 

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