SAO PAULO– El Gobierno de Brasil descartó una eventual pérdida de apoyo del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal formación de la base aliada que sustenta el Ejecutivo, después de la renuncia de un importante líder oficialista.
El ministro de Comunicación brasileño, Edinho Silva, lamentó en una entrevista publicada hoy por el diario Folha de Sao Paulo la salida del ministro de la Aviación Civil, Eliseu Padilha, un dirigente muy cercano al vicepresidente Michel Temer.
A pesar de que su renuncia ha sido confirmada, el ministro de Aviación Civil todavía no ha entregado el cargo a la presidenta Dilma Rousseff debido a los problemas de agenda de la mandataria, lo que podría suceder la próxima semana.
Padilha es considerado uno de los líderes del PMDB más cercano a Temer, quien como vicepresidente es el primero en la línea sucesoria del Estado brasileño.
«Si esa salida (la de Padilha) no fuera algo reversible, pienso que es una pérdida muy grande», aseguró Silva.
No obstante, el ministro descartó un eventual ‘desembarque’ del PMDB, que puede ser el fiel de la balanza si el juicio con miras a la destitución de la presidenta avanza en el Congreso.
«La unión Dilma y Temer es hasta el 2018, por tanto, más que una alianza política, que es nítida y sólida, es una cuestión institucional», sostuvo.
Cuestionado sobre el silencio de Temer en relación a un posible proceso de destitución de Rousseff, Silva subrayó que el vicepresidente ha sido «hasta el momento extremadamente leal y comprometido con la gobernabilidad».
«No es el perfil del vicepresidente Michel Temer desembarcar del Gobierno«, agregó el ministro, quien se mostró confiado en que el vicepresidente «va a continuar colaborando por la gobernabilidad» del país.
Silva resaltó el papel «fundamenta» del PMDB en la coalición del Gobierno de la presidenta Rousseff y recordó que la sigla «tiene responsabilidad» en el Gobierno.
No obstante, pese a su carácter oficialista, dentro del PMDB hay disidentes que promueven una ruptura con el Gobierno y hasta se han declarado a favor del juicio político contra la presidenta.
Esta corriente contraria a Rousseff está encabezada por el presidente de Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, quien el miércoles autorizó la apertura de un juicio contra la jefa de Estado, quien asumió su segundo mandato hace poco menos de un año.