AUSTIN (EEUU).- El estado de Georgia llevó hoy a cabo la última ejecución del 2015 en EEUU, con la muerte de un afroamericano condenado a la pena capital por el asesinato de un anciano cometido en 1992.
Brian Terrell, de 47 años, fue declarado muerto a las a las 00.52 hora local (05.52 GMT) tras recibir una inyección letal en la prisión estatal de Jackson, notificó el Departamento de Correcciones de Georgia.
En 1992, John Watson, un amigo de la madre de Terrell, descubrió que el condenado le había robado el talonario y había expedido cheques a su nombre por valor de casi 9.000 dólares, de acuerdo con los documentos judiciales del caso.
Watson, de 70 años, le dijo entonces a la madre de Terrell que no denunciaría a su hijo si le devolvía el dinero robado en un plazo de 48 horas, aunque sí informó a la Policía de lo sucedido.
Cumplidos los dos días, Watson apareció muerto de cuatro balazos y las miradas recayeron sobre Terrell, quien fue condenado a muerte en 1995 gracias al testimonio de su primo, Jermaine Johnson, quien a su vez cumplió cinco años de cárcel como cómplice del crimen.
Ahora Johnson asegura que mintió en su confesión porque la Policía lo había amenazado, pero no quiso firmar una declaración jurada conforme con ello.
La ejecución se retrasó cerca de siete horas porque los magistrados del Tribunal Supremo de EEUU estaban estudiando dos apelaciones presentadas por la defensa del preso, que finalmente rechazaron.
De este modo, Terrell se convirtió en el quinto preso ajusticiado este año en Georgia y el vigésimoctavo en EEUU, país en el que no se veían tan pocas ejecuciones desde 1991, cuando tuvieron lugar 14.
Desde que el Tribunal Supremo reinstauró la pena de muerte en 1976, EEUU ha ejecutado a 1.422 presos, 60 de ellos en Georgia.
La próxima ejecución está programada para el 7 de enero del 2016, día en el que Florida prevé administrar una inyección letal a Oscar Bolin por el asesinato de tres mujeres en 1986.