Las rocas colocadas en la playa La Pampilla y sectores críticos de la Costa Verde serán retiradas cuando concluya el fuerte oleaje en el litoral, anunciaron hoy representantes de la Municipalidad de Lima.
El representante legal de dicha comuna, Angel Delgado, recalcó que esta medida, que busca evitar el desborde de las aguas marinas durante el oleaje, es provisional y no permanente, por lo que estimó que el 4 o 5 de mayo deberán ser retiradas las enormes rocas.
La colocación de estas rocas generó ayer la protesta de los tablistas en la playa La Pampilla, donde se enfrentaron a efectivos de la Policía Nacional. Los agentes del orden habían llegado más bien para evitar un posible enfrentamiento de los surfistas con trabajadores de Emape encargados de colocar las piedras.
Delgado indicó que este enrocado no se hace para fastidiar o afectar a los tablistas o bañistas y que le parece mal que algunos privilegien aspectos particulares sobre el bienestar general, dado que por la Costa Verde circulan 60 mil vehículos diariamente.
Reconoció que el enrocado también busca proteger el tercer carril recientemente construido en la Costa Verde y que demandó una inversión de 40 millones de soles. «Tampoco vamos a echar por la borda esta inversión», anotó en canal N.
Sobre el sistema de protección en la faja costera de la Costa Verde, dijo que se formará una comisión y se hablará con la Marina para hacer los estudios de oceanografía. Esta faja implicará la construcción de malecones con acceso para los bañistas y tablistas. «Esa faja de protección será permanente y protegerá no solo La Pampilla sino al conjunto de la Costa Verde«.
Por su parte, tablistas que suelen concurrir a La Pampilla volvieron a pronunciarse hoy en contra de la colocación de rocas. Advirtieron que el mar se llevará las piedras adentro y a futuro serán un peligro para los bañistas, pues podrían provocar heridas.
«Son piedras de río, punzocortantes, los bañistas podrían cortarse la cabeza. Esas piedras no deben estar en esta área», dijo un surfista quien criticó que la autoridad privilegia a los autos y la velocidad y no el cuidado del medio ambiente.
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