¿Somos conscientes que al comprar DVDs piratas estamos colaborando con el fin de la industria cinematográfica y televisiva?, o al menos restringimos las producciones que no apuntan a las grandes taquillas, y más bien buscan plasmar calidad aunque no sea muy rentable. La amenaza antes sonaba a broma y en mercados como el peruano muchas veces justificábamos el consumo de piratería como respuesta a los abusivos precios de entradas.
Es más, siempre han existido varias perspectivas sobre la validez o invalidez de los discos piratas, uno de los más controversiales es la variedad de películas y series (algunas hasta “clásicas”) que se pueden adquirir en puntos de venta como el emporio comercial de Polvos Azules, o en Quilca, que simple y llanamente no están a la disposición del consumidor ni en los cines, ni en la repetitiva programación de cable. Es decir: cinematografía independiente, miniseries británicas o de otros países europeos, lo mejor del sétimo arte latinoamericano y varias otras maravillas.
Pero, en estos días se ha vuelto a llegar al colmo, ya se ofrecen películas “filtradas” de Hollywood. El Renacido (The Revenant) o Los ocho más odiados (The Hateful Eight), que aún no han sido estrenadas comercialmente en los Estados Unidos ya se pueden adquirir en nuestras calles limeñas. Una situación muy parecida al del famoso ciber ataque que cerraba el 2014, donde varias cintas de Sony (The Interview, Annie y Corazones de Acero con Brad Pitt) fueron bajadas a la “nube” de Internet.
Algo parecido sucedió con el guión de The Hateful Eight, que fue revelado al público por un inescrupuloso desconocido. En ese momento Quentin Tarantino, director este moderno western, amagó con retirarse del cine. Hoy, con el nuevo tropezón que ha relegado al citado filme entre los de más baja recaudación en su fin de semana de estreno en los Estados Unidos, Tarantino podría volver a pensar en sus “cuárteles de invierno”.
¿Qué dirían los fanáticos de Quentin Tarantino que quizás ya hayan visto la copia ilegal de The Hateful Eight? Acaso, no han escuchado que el conocido cineasta ha deslizado la posibilidad de filmar la tercera parte de Kill Bill, pero con este último disgusto el buen Quentin podría “echar por la borda” ese proyecto. Vaya que sería una pena, pero también un castigo contra los adeptos a la piratería.
Otro ejemplo es Creed: La leyenda de Rocky Balboa. Inexplicablemente relegada en la cartelera peruana, a pesar que las películas del boxeador interpretado por Sylvester Stallone siempre han gozado de gran popularidad por estos lares. Hoy ya puede ser encontrada, en una calidad bastante buena, en Lima. Nocaut a los distribuidores.
Finalmente, el Lado Oscuro también hizo de las suyas, Star Wars Episodio VII: El despertar de la Fuerza ya tiene copias por todos lados. Incluso en YouTube se puede encontrar la escena más dramática del filme. La televisión es también asolada, Game of Thrones ha tenido 14, 4 millones de descargas ilegales.