MÉXICO.- El Auditorio Nacional fue el lugar elegido por el cantante español Joaquín Sabina para arrancar el paso de su gira «500 noches para una crisis» por México, un concierto de recuerdos de aquel disco que supuso un antes y un después en su vida.
Vestido con traje azul, camiseta negra y su eterno bombín, el artista se presentó durante más de dos horas en este abarrotado recinto con capacidad para 10.000 personas, al grito de «Viva México, cabrones».
«Buenas noches México, más lindo y más querido que nunca, es decir, como siempre», saludó el cantante a un público que lo acompaña desde hace más de treinta años cuando empezó «la aventura latinoamericana», recordó.
Esa aventura, agregó, «que tanto nos ha calentado el corazón», dijo el artista, quien en una reciente conferencia de prensa en la capital mexicana dijo que desde que llegó a México sus canciones se volvieron más mexicanas.
Esta noche fue momento de recordar los temas de ese álbum que cumple quince años y que marcó un punto de inflexión en su vida.
«Les deseo que sobrevivan tanto como yo», dijo el artista, recordando aquellos tiempos que siguieron al emblemático «19 días y 500 noches» (1999): un ictus, una depresión, dejar las drogas…
Dejando atrás estos tiempos, que recuerda siempre con nostalgia, y también los sustos de salud que le llevaron en diciembre a suspender un concierto en Madrid, el artista recordó temas de aquel disco como «Ahora qué», «Pero qué hermosas eran» o «A mis 40 y 10».
También temas eternos como «Noches de boda», con un recuerdo especial a su amiga Chavela Vargas, «Y sin embargo» o «Contigo».
Joaquín Sabina realizará cinco conciertos en este representativo recinto y recorrerá otras ciudades de la República, como Puebla, Querétaro y Guadalajara, antes de viajar al resto de Latinoamérica, a países como Panamá, Colombia o Perú.