COPENHAGUE.- El número de solicitantes de asilo llegados a Suecia se ha reducido de forma drástica en las primeras 24 horas posteriores a la introducción de controles de identidad en los transportes procedentes de Dinamarca.
Medio centenar de personas pidieron asilo ayer, cuando la cifra del domingo fue 227 y la media semanal en diciembre, más de 200 diarias, informó hoy la Policía de la región de Escania (sur de Suecia).
La medida, introducida la madrugada del lunes y vigente por seis meses prorrogables, obliga a mostrar un documento identificativo para viajar en tren, autobús y barco desde Dinamarca a Suecia.
Los viajeros deben pasar primero un control en Dinamarca y otro al llegar a Suecia, lo que ha provocado algunos retrasos en las comunicaciones en la región del estrecho del Sund, que abarca el área de Copenhague y Escania con una población de casi cuatro millones de personas.
El Parlamento sueco aprobó el mes pasado una ley que permite controles de identidad cuando hay riesgo grave para el orden público o la seguridad interna, buscando rebajar la llegada de refugiados después de que los controles fronterizos aleatorios introducidos en noviembre no lograran el efecto deseado.
La responsabilidad de los primeros controles recae en las compañías transportistas, que han criticado que puedan ser multadas si no realizan los registros y han calificado de confusa la reglamentación sobre los documentos considerados válidos.
Dinamarca respondió ayer con el restablecimiento de controles aleatorios y temporales en la frontera con Alemania, apelando también a la cláusula de excepción del reglamento de Schengen.
Según datos de las autoridades danesas, 75 personas pidieron asilo ayer en este país, una cifra superior a la normal y calificada de «muy alta» por el ministro de Justicia, Søren Pind.
El comisario europeo de Migración e Interior, Dimitris Avramopoulos, se reunirá mañana en Bruselas con el titular sueco de Justicia e Inmigración, Morgan Johansson, la ministra danesa de Inmigración e Integración, Inger Støjberg, y el secretario de Estado parlamentario en el departamento de Interior alemán, Ole Schroeder.
El objetivo de la reunión es mejorar la coordinación entre los países afectados «para asegurar una mejor gestión de la presión migratoria», según el portavoz comunitario Margaritis Schinas.
Suecia recibió el año pasado a 163,000 peticionarios, la cifra per cápita más alta en toda la UE y el doble que el año anterior, lo que hizo que el gobierno de socialdemócratas y ecologistas pusiera fin hace dos meses a su generosa política de asilo.
Dinamarca ha registrado una subida notable (21,000 peticionarios el 2015, un tercio más), aunque el endurecimiento de su política de asilo ha reducido el flujo en los últimos dos meses.
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