A puertas de la premiación del Globo de Oro, a realizarse este domingo 10 de enero, es importante analizar una de las tradicionales “frases hechas” de estos reconocimientos a lo mejor del cine y la televisión de habla inglesa, aquella que denomina al trofeo como una suerte de anticipo a los Óscar (a entregarse este 28 de febrero).
Ya hace un buen tiempo que los ganadores del Globo de Oro no tienen ninguna garantía de adjudicarse posteriormente la estatuilla dorada más codiciada del séptimo arte, el Óscar. Son varias las veces que no se repitió el ganador y en algunas ocasiones hasta mereció la denominación de escandaloso.
Por ejemplo, el 2006 la película sobre homosexualidad masculina Brokeback Mountain (conocida en Latinoamérica como El Secreto de la Montaña) se llevó con justicia el Globo de Oro. Pero la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, responsables de adjudicar el Óscar, demostró su pensamiento arcaico y puritano al preferir darle el premio a la más discreta de las competidoras en el rubro de Mejor Película: Crash.
Sin ir muy lejos, el Globo de Oro 2015 escogió dos películas como ganadoras (este trofeo premia por separado los géneros de drama y comedia): Momentos de una Vida (Boyhood) y El Gran Hotel Budapest. Pero el Óscar a Mejor Película (una única categoría) fue para Birdman. Este 2016 podría suceder exactamente lo mismo.
¿A qué se debe este cambio? Es una pregunta muy controversial, pues las respuestas no siempre coinciden. Algunos responsabilizan a la gran cantidad de premiaciones que se realizan en los primeros meses del año, salvo el People’s Choice Awards que se entregó el pasado 6 de enero, donde los ganadores son filmes taquilleros como Rápidos y Furiosos 7 y los seleccionan no por méritos artísticos, sino más bien por popularidad.
Pero el Globo de Oro, los premios del sindicato de actores y guionistas, el Bafta de Inglaterra son con prácticamente las mismas películas en competencia. Y según indican los conocedores, los votantes (que muchas veces son los mismos) se van cansando de emitir la reiterada opinión. Los productores de las galas sugieren no votar siempre por el mismo candidato y dar paso a la sorpresa.
Otro motivo es el número de candidatos al Óscar. Hasta hace algunos años no pasaban de cinco nominados a Mejor Película, ahora el número varía de 8 a 9 posibles ganadores. Esto también colabora al objetivo de los organizadores de la premiación, romper esquemas y demoler favoritismos. También es cierto que con tantas cintas participantes los miembros de la Academia deben dedicar un mayor tiempo a visionarlas todas.
En conclusión, el ganador de este domingo, ya sea Spotligth o The Big Short (dos fuertes candidatas) no pueden cantar anticipadamente victoria. Además habría que resaltar la ausencia de Steve Jobs, Puente de Espías, o Los Ocho más Odiados, cuatro filmes que pudieron estar en lista y muchos dan por seguros nominados al Óscar.