La estrategia del avestruz

 

Cuando el avestruz se siente en peligro su reacción extrema para protegerse es esconder la cabeza en algún hueco del suelo, como queriendo ignorar lo que pasa alrededor. Algo similar pasa con algunas personas quienes al tener algún problema en su vida diaria prefieren esconder la cabeza, aislándose y esperando que vengan tiempos mejores.

Los problemas deben enfrentarse de manera decidida, cara a cara, en el momento mismo en que se presentan y no dejar pasar el tiempo para que alguien los resuelva o para que tiempo después bajen las tensiones y al parecer existan mejores condiciones para solucionarlos.

Este es el caso de Claudia, una estudiante universitaria que ya pasa al penúltimo año de su carrera. Hasta ahora nunca se había sentido tan presionada. Los cursos que lleva en este ciclo son todos de su carrera y en todos ellos le exigen trabajo tras trabajo, tal como será en el futuro en su labor profesional cotidiana. A ella le gusta su carrera y tiene hasta el momento las mejores notas en sus cursos, gracias a su dedicación y constante esfuerzo. Pero en estos días siente que no puede, que le falta el tiempo para cumplir con todas las exigencias de sus profesores. Por primera vez en su vida está decidida a dejar de lado un curso. Siente que ya no puede más, que no importan los promedios y que su decisión es la mejor para su tranquilidad. Piensa que finalmente el profesor tiene la culpa por pedirle tareas imposibles que ella no está dispuesta a cumplir y que más adelante logrará aprobarlo.

La estrategia del avestruz no le sirve a esta estudiante. Más bien, la aleja de la realidad y no le permite entender que si desaprueba un curso su promedio bajará y tendrá menores posibilidades para ganar esa beca con la que tanto ha soñado.

Esforzarse ahora un poco más, quitarle un tiempo al sueño y esforzarse por aprobar es lo mejor que podría hacer. Al fin y al cabo se dará cuenta que las cosas no eran imposibles y que esta lucha la hará entender que siempre es posible conseguir las metas si nos esforzamos un poco, pues podemos más de lo que creemos.

Lo que le pesa a Claudia lo han vivido muchos estudiantes en el colegio y en diversos momentos de sus estudios superiores. El asunto es superar el momento luchando con todas las fuerzas para salir adelante. La recompensa vendrá después, pero todo será gracias a su esfuerzo y a su decisión de enfrentar un problema con decisión.

Cuántos de nosotros no hubiéramos seguido adelante, sin lograr nuestras metas personales o profesionales si hubiéramos adoptado la forma de actuar del avestruz ¿No les parece?

 

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