El Perú se convirtió en un narcoestado durante el gobierno de Alberto Fujimori, sostuvo esta tarde Demetrio Chávez Peñaherrera, considerado el mayor traficante de drogas del país, al salir de prisión tras cumplir una condena de 22 años.
«Fue un periodo nefasto para el Perú, ahí había un narcoestado y eso es innegable. Lo que hice no lo hice solo sino con anuencia; si me decían no lo hagas, no lo hacía», señaló a la prensa al recordar sus actividades ilícitas.
Refirió, además, que el expresidente Fujimori sabía de la pista de aterrizaje que tenía en la selva para el envío de droga y que presuntamente toleró su funcionamiento hasta dos años después de recibir un documento del gobierno estadounidense pidiendo el cierre.
Asimismo aseguró que no votará por Keiko Fujimori en las elecciones de abril porque, afirmó, «sería nefasto» un gobierno con ella a la cabeza. «Dentro de todo tienen una cruz que cargan», expresó Chávez Peñaherrera.
Tras dejar el penal Miguel Castro Castro reafirmó que fue torturado cuando denunció que el exasesor presidencial de Fujimori, Vladimiro Montesinos, le cobraba 50,000 dólares al mes por el uso de la pista clandestina.
«Cuando denuncié a Montesinos por los 50,000 dólares ahí casualmente se produjo la tortura», dijo al mencionar que producto de ello tiene «la clavícula rota y un hueco en la cabeza».
“Vaticano” fue considerado entre las décadas de los 80 y 90 el mayor narcotraficante del país. Estuvo involucrado con las mafias de los narcos colombianos Rodríguez Orejuela y del mismo Pablo Escobar.