El gobierno peruano prorrogó hoy la intervención de las Fuerzas Armadas en apoyo de la Policía en las regiones de Arequipa y Puno, en el sur del país, y en la selvática de Madre de Dios, con el objetivo de «garantizar el control interno» en eventuales protestas promovidas por la minería informal e ilegal.
Una resolución del Ministerio del Interior publicada hoy en el diario oficial El Peruano extendió la participación de los militares en apoyo de la Policía del 11 de febrero al 11 de marzo próximo.
Según la medida, la Policía no podrá ser relevada de sus funciones por parte de las Fuerzas Armadas y deberá encargarse del control del orden interno.
Las Fuerzas Armadas deberán cumplir con su función de garantizar la plena vigencia del derecho a la libertad y seguridad personales, así como a la libertad de tránsito por vías y carreteras.
Asimismo, se indicó que la intervención de los militares no representa restricción alguna, suspensión ni afectación de los derechos establecidos en la Constitución ni los tratados internacionales de derechos humanos.
La resolución fue firmada por el presidente de Perú, Ollanta Humala, y el ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe.
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