CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco demandó a mil confesores de todo el mundo que devuelvan al redil a las ovejas descarriadas de la Iglesia, quienes se han alejado por los mensajes de condena demasiado severos.
Desde este miércoles y todo el año santo que concluye en noviembre, estos «misioneros de la misericordia», 1.142 sacerdotes y religiosos en todo el planeta, deberán compaginar sus tareas habituales con la de predicar el perdón y confesar a los creyentes.
Para ello están autorizados a absolver pecados como la apostasía, la profanación de la eucaristía o los ataques contra el Papa, algo que normalmente sólo hace el Vaticano.
También podrán absolver el aborto, algo que algunos sacerdotes autorizados ya podían a hacer. «Es un símbolo muy potente», mencionó Marcello Ghirlando, un franciscano maltés de 53 años.
«Dios siempre nos perdona si vamos hacia él con el corazón limpio y arrepentido», expresó. «No es que digamos ‘el aborto es genial, todo el mundo tiene que hacerlo’.
“Matar a una persona humana continúa siendo pecado pero intentamos ser misericordiosos y compasivos y tendemos una mano a los que se han alejado a causa del aborto», resaltó por su parte Thembalethu Mana, un sacerdote sudafricano.
El papa Francisco presidió hoy la celebración del Miércoles de Ceniza en la basílica de San Pedro que marca el inicio de la cuaresma, un tiempo que la Iglesia dedica a la preparación de la Semana Santa.
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— Crónica Viva (@cronica_viva) January 15, 2016
Foto EFE/ Video Rome Reports