CHARLOTTE (EEUU).- Cerca de 10,000 personas marcharon hoy por las calles de Raleigh, capital de Carolina del Norte (EEUU), en la denominada «Marcha moral», en la que los manifestantes expresaran su rechazo a las políticas estatales dirigidas a las minorías afroamericana y latina.
Los asistentes expresaron su descontento con el gobernador estatal, Pat McCrory y los legisladores republicanos, por la ley que exige identificación para votar, y exigieron además la liberación de los jóvenes centroamericanos detenidos en las últimas semanas por agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) de EEUU.
«Este es nuestro Selma, nuestro tiempo, nuestro voto. Estamos comprometidos con la construcción de un movimiento, y no sólo un momento electoral», afirmó el reverendo William Barber, presidente de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP) de Carolina del Norte, grupo que organiza la marcha cada año.
Inmigrantes, maestros, trabajadores, sindicalistas, jóvenes, ancianos y empresarios participaron en la décima edición de la «Marcha moral», en la que se congregaron más de 170 organizaciones estatales de derechos civiles.
Como todos los años, numerosos hispanos participaron de la manifestación y reclamaron a McCrory «moderar sus mensajes negativos» en torno a la inmigración.
Además demandaron al Gobierno federal la aprobación de una reforma migratoria acabe con la «separación familiar, represión y dolor».
«Estoy aquí para denunciar a los eternos opositores de la reforma, George Cleveland, Steve King, Jeff Sessions; así como también a los opositores contemporáneos, como Rafael Eduardo Cruz, mejor conocido como Ted Cruz, que siendo hispano es el más antiinmigrante», manifestó Gregorio Morales, del Comité Popular Somos Raleigh.
Carmen Rodríguez, integrante del grupo «Sí a las licencias», se pronunció contra las leyes antiinmigrantes del estado, entre ellas la HB 318, que eliminó la valides de las identificaciones consulares, y criticó la negativa de la Asamblea Legislativa estatal de aprobar un proyecto que devuelva el derecho de conducir a los indocumentados.
«Nos siguen negando el acceso a una licencia de conducir, sembrando así el miedo a un arresto que podría llevar a una deportación. Sin una identificación, no nos sentimos con confianza de reportar abusos contra nuestra comunidad», señaló.
Los manifestantes resaltaron la importancia de registrarse para ejercer el derecho al voto en las elecciones del 2016.
«Salgamos a las calles de nuestros vecindarios, condados, y distritos, y registremos votantes como nunca antes lo hemos hecho. Que la fuerza de nuestro voto se sienta con mayor intensidad», dijo Antelmo Salazar, de la agrupación Henderson Fuerza Activa (HENDFACT).