Las visitas al parque arqueológico de Písac, en los Andes del sur de Perú, quedaron suspendidas de manera indefinida después de que la caída de una roca mató a una niña y dejó a dos mujeres heridas la pasada semana, informó hoy la Dirección Desconcentrada de Cultura de la región Cusco.
Las autoridades regionales tomaron la decisión tras realizar el sábado una visita al yacimiento arqueológico, cuyo cierre para el turismo había sido decretado en principio para únicamente el fin de semana, según un comunicado.
Un grupo de funcionarios especializados de la Dirección Desconcentrada de Cultura evaluarán el estado y las condiciones de seguridad de las más de 9,000 hectáreas que abarca el sitio arqueológico.
También se asegurarán los sectores de riesgo y se procederá a recoger el material lítico desprendido y deslizado a consecuencia de las lluvias que se registran en la zona.
En el lugar también se desarrollará un programa de alerta temprana ante cualquier eventualidad y situaciones de emergencia que pudieran presentarse a consecuencia de fenómenos climatológicos.
El director de la Dirección Desconcentrada de Cultura, Daniel Maraví, explicó que suspender el acceso de visitantes a Písac corresponde a «estrictas razones de seguridad».
«Estamos coordinando con los sectores competentes para que se puedan desarrollar las medidas necesarias en el menor plazo posible y así retomar cuanto antes las visitas. Somos conscientes de que este cierre temporal afectarán a las actividades económicas del municipio de Písac», dijo Maraví.
Una roca desprendida desde las montañas aledañas al sitio arqueológico a causa de la acumulación de lluvias mató a una niña de 5 años y dejó heridas a dos mujeres, parientes de la víctima mortal, que se encontraban visitando el lugar el viernes.
Písac se encuentra a unos 30 kilómetros de la ciudad andina de Cusco y alberga edificaciones construidas entre el siglo X y XI durante la expansión del Imperio Inca, entre ellas andenes agrícolas.
EFE/Foto: archivo CV