El parlamentario Oleg Mijéev, del partido Rusia Justa, envió al fiscal general del país, Yuri Chaika, la petición de incluir la sucursal rusa de la compañía Cola Cola en la lista de empresas indeseadas, informó este martes el diario Izvestia.
La causa de esa propuesta, según el periódico, radica en una campaña publicitaria que realizó la transnacional durante las fiestas navideñas en la red social rusa Vkontakte, y en la cual se llegó a mostrar dos mapas diferentes de Rusia, uno sin Crimea y otro, con Crimea.
El primer mapa, donde Rusia aparecía sin la península, molestó a sus consumidores rusos y crimeos, y obligó a la empresa a publicar un cartel donde Crimea aparecía como parte de Rusia. Entonces los indignados fueron los ucranianos, quienes abrieron un caso penal para investigar el caso, obligando a la compañía a renunciar del todo del cartel publicitario con una mapa de esa parte del mundo.
Кока-Кола включила Крим у карту Росії через істерику в рунеті https://t.co/QlHwmln0KS #ICTV #новости #Крым pic.twitter.com/sU1Pzg2pQD
— Факти ICTV (@ICTV_Fakty) January 5, 2016
Mijéev considera que el suceso pone en relieve que la compañía, que trabaja en Rusia, es capaz de ignorar la integridad territorial del país con tal de aumentar sus ventas, lo cual podría ser calificado de extremismo.
«Coca-Cola pidió oficialmente perdón a las autoridades de Ucrania por haber publicado el mapa de Rusia con Crimea, y la embajada de Ucrania en EEUU colgó esa carta en su página de Facebook«, subrayó al diario otro entrevistado, el líder del movimiento Elección sana, Alexandr Korsun, agregando que con esa actitud la compañía ofendió a los habitantes de Rusia y de Crimea.
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Por otra parte, los expertos afirman que solo puede ser reconocida como indeseada una ONG que no tiene fines lucrativos, pero no una empresa comercial, aunque el caso podría resultar un precedente para obligar a las compañías transnacionales a respetar las leyes del país.