CIUDAD JUÁREZ.- «Tenemos varias décadas perdidas pensando que todo se resuelve aislando», afirmó el papa Francisco en su visita a una cárcel del estado de Chihuahua tras señalar que » problema de la seguridad no se agota encarcelando” y que “la reinserción comienza con un sistema de salud social«.
«Luchen por revertir las situaciones que generan más exclusión», exclamó el Sumo Pontífice ante cientos de reos del Centro de Readaptación Social Estatal 3 de la Ciudad Juárez, convulsionada por los carteles de la droga y el crimen organizado.
En ese sentido, Francisco hizo hincapié en que las cárceles “son un síntoma de silencios que han provocado una cultura del descarte«, dijo.
«Quiero alentar al personal que trabaja en este centro u otros similares, a los dirigentes, a los agentes y a todos los que realzan asistencias en este centro; y agradezco el esfuerzo de los capellanes, las personas consagradas, los pastores… todos los que se acercan a darles las palabras de Dios», afirmó Francisco al aclarar que hablaba desde su experiencia, «no para dar cátedra».
El Papa visitó el Centro de Readaptación Social Estatal 3 donde lo esperaban 600 reclusos hombres, 100 mujeres, 250 familiares de internos, 50 miembros de la pastoral penitenciaría y 50 más de la fiscalía responsable de las presiones de Chihuahua.
El #PapaEnMex ya se encuentra en Ciudad Juárez. #PapaEnCDJ https://t.co/4uKRFGgBWh
— ACI Prensa (@aciprensa) February 17, 2016
El Sumo Pontífice dialogó con los internos y luego celebró una eucaristía.
No hace mucho tiempo, Ciudad Juárez era considerada la capital mundial del asesinato, ya que la guerra entre cárteles del narcotráfico elevó la tasa de homicidio a 230 por cada 100.000 habitantes en 2010.
La llegada a Ciudad Juárez
El avión de Aeroméxico, bautizado «Misionero de paz», aterrizó en el Aeropuerto Internacional Abraham González de Ciudad Juárez a las 9:57, hora local (16:57 GMT), y unos quince más tarde el Pontífice descendió por la escaleras del avión, elevando el júbilo del más de millar de personas congregadas en la terminal aérea.
También fue recibido por un coro de monaguillos de Chihuahua, que entonaron el «Cielito lindo», el «Himno a la alegría» y otras canciones típicas, incluso antes de que el Papa tocara tierra, prueba de la emoción que despertó entre los feligreses congregados el arribo del Sumo Pontífice. (ECHA- Agencias)