NUEVA DELHI.- Las autoridades han impuesto el toque de queda en varias ciudades del norte de la India tras el estallido de violencia con 4 muertos y unos 100 heridos en choques con las fuerzas del orden durante las protestas de una comunidad minoritaria que pide un tratamiento especial, informó hoy una fuente policial.
El toque de queda afecta a ciudades como Rohtak, Bhiwani y Jhajjar, dijo el director general de la Policía de Haryana, Yash Pal Singal, el estado donde la comunidad jat mantiene violentas protestas en demanda de su inclusión en el grupo Otra Clase Subdesarrollada, lo que le daría acceso a privilegios sociales.
La medida también se aplica en Hisar, Sonipat y Jind, según recoge la agencia india IANS.
Singal afirmó en una rueda de prensa retransmitida por televisión que diez compañías del Ejército están desplegadas en ocho de los 21 distritos de Haryana y el gobierno ha enviado otras 23 que «llegarán pronto», para ayudar a la Policía a restablecer el orden.
El responsable policial aseguró que las fuerzas del orden denunciaron a 129 personas, de las que cinco fueron detenidas, y lograron abrir al tráfico las carreteras que habían bloqueado los manifestantes, que en varias zonas «están respondiendo de forma pacífica después de hablar con la Policía y las autoridades».
«Nuestra primera prioridad es restaurar la ley y el orden», indicó este mando policial, que se mostró seguro de que «la situación se normalizará pronto».
Sin embargo, medios locales mostraron imágenes de comisarías, autobuses, estaciones de tren, edificios públicos, áreas de peaje en autopistas, gasolineras y tiendas incendiadas por manifestantes, quienes además bloquearon el ferrocarril, lo que provocó la cancelación y retrasos en más de medio millar de trenes.
Al menos cuatro personas murieron desde ayer en las protestas, la última de ellas por disparos del Ejército, y unas cien resultaron heridas, de acuerdo con IANS.
Los jat son una comunidad principalmente campesina que desde hace décadas reclama ser nombrada Otra Clase Subdesarrollada en nueve estados indios, lo que le daría acceso a privilegios sociales como grupo desfavorecido, entre ellos la reserva de plazas en empleos y centros educativos públicos.
En agosto del año pasado, la comunidad patel lanzó un movimiento similar en el estado occidental de Gujarat con el objetivo de ampliar sus prestaciones como casta, que se saldó con tres muertos y obligó al despliegue de millares de efectivos del Ejército.
EFE/Foto: elpais.cr