QUITO.- Los restos del obispo José de Cuero y Caicedo, prócer de la independencia colonial de Ecuador, serán repatriados la próxima semana desde Perú y serán depositados en la Catedral de Quito, informó hoy la Cancillería ecuatoriana.
El próximo viernes el embajador de Ecuador en Lima, José Sandoval, entregará los restos al comandante del Buque Escuela «Guayas», de la Armada de Ecuador, que se encuentra en Perú y que transportará los restos del prócer hasta Guayaquil, precisa un comunicado de la Cancillería.
Se prevé que el Buque Escuela arribe al puerto de Guayaquil en la mañana del 1 de marzo y tras su llegada serán entregados al Municipio de Quito.
La repatriación de los restos de Cuero y Caicedo se alcanzó luego de largas gestiones efectuadas por la Embajada de Ecuador en Perú, con la colaboración de la Municipalidad de Lima, la Sociedad de Beneficencia de la capital peruana, el Ministerio de Cultura y la Cancillería de ese país, precisa el comunicado.
Los restos reposarán en la Catedral Primada de Quito, en un mausoleo especial junto al Mariscal Antonio José de Sucre y al coronel Carlos Montúfar, otros dos héroes de la Patria.
Con la repatriación de los restos de Cuero y Caicedo, asegura la Cancillería en su escrito, se cumple «el anhelo largamente acariciado por parte del pueblo quiteño y ecuatoriano de custodiar los restos de tan insigne obispo patriota».
El obispo José de Cuero y Caicedo, nacido en 1735 en la ciudad colombiana de Cali, jugó un rol importante durante el denominado «Primer Grito de la Independencia», del 10 de agosto de 1809, cuando los patriotas quiteños se alzaron contra la Corona española para proclamar la Independencia, aunque su movimiento fracasó poco después.
Ese acontecimiento, según algunos historiadores, fue uno de los primeros detonantes de lo que posteriormente sería el proceso para la independencia colonial de América.
José de Cuero y Caicedo fue perseguido y juzgado, pero continuó del lado de los independentistas. Presidió una segunda Junta de Gobierno entre diciembre de 1811 y noviembre de 1812, por lo que es considerado por algunos historiadores como el primer presidente del Estado de Quito, que luego, en 1830, se transformaría en Ecuador.
El movimiento independentista en el que participó Cuero y Caicedo fue derrotado y las autoridades realistas decidieron deportar al obispo a España para ser juzgado, pero en ese tránsito hacia Europa falleció en Lima el 10 de diciembre de 1815.