Granma: Cuba saldrá de la lista ‘negra’, pero seguirá bloqueada

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LA HABANA.- La salida de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo puede «aliviar» el temor de bancos extranjeros a relacionarse con la isla, pero no eliminará la mayoría de las restricciones financieras que supone estar en esa nómina debido al embargo de EEUU, según el diario oficial Granma.

«La mayoría de las restricciones asociadas a la inclusión de Cuba en la lista terrorista continuarán, ya que están contenidas en el complejo entramado de sanciones que conforman el bloqueo», publica hoy el diario oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC) en un artículo titulado «Cuba saldrá de la lista terrorista, pero seguirá bloqueada», donde se reclama el fin del embargo de EEUU a la isla.

Granma recuerda que normas estadounidenses que afectan a Cuba como la Ley de Comercio con el Enemigo (de 1917), la Ley de Asistencia Exterior (1961), la de Administración de las Exportaciones (1979) y otras regulaciones, fueron promulgadas antes de 1982, fecha en que EEUU incluyó a Cuba en el listado terrorista.

Otras normas sancionadoras posteriores a esa fecha como la Ley Torricelli (1992), la Helms-Burtons (1996) o la de Reforma de las Sanciones Comerciales y Ampliación de las Exportaciones (2000) «recrudecieron las prohibiciones a las operaciones con Cuba, con un marcado carácter extraterritorial», recuerda el rotativo.

Entre las transacciones prohibidas por EEUU derivadas de la lista de países promotores del terrorismo figuran la exportación de equipamiento y tecnología militar, el otorgamiento de asistencia exterior, el desarrollo de programas de ayuda gubernamental, la concesión de préstamos y créditos desde instituciones financieras internacionales y la aprobación de preferencias y tarifas comerciales.

«Todas estas restricciones seguirán en vigor para Cuba, a pesar de su exclusión de la lista, en cumplimiento de las leyes y regulaciones del bloqueo», insiste Granma.

Según este diario, la salida de Cuba de la lista «negra» de EEUU tendrá más bien un «efecto simbólico y político positivo» que podría tener impacto «en la percepción de Cuba como país de riesgo por parte de las instituciones financieras y aliviar -aunque no eliminar- el temor de los bancos, sobre todo extranjeros a sostener relaciones» con el país.

Pero Cuba «continuará siendo considerada un importante riesgo en materia financiera por estar sometida a un régimen de sanciones económicas unilaterales del gobierno estadounidense».

Granma recuerda en este sentido que la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) -el organismo del Departamento del Tesoro de EEUU encargado de velar por el cumplimiento de las sanciones del embargo- «ha mantenido la persecución contra las transacciones financiera cubanas aún después de los anuncios del 17 de diciembre del 2014», fecha en que se anunció el acercamiento entre Washington y La Habana.

Como ejemplo destaca las «multas millonarias» impuestas el pasado marzo por EEUU al banco alemán Commerzbank (1.710 millones de dólares) o la sanción de 7,6 millones a PayPal, firma norteamericana de pagos en Internet.

El pasado 14 de abril, el presidente de EEUU, Barack Obama, notificó al Congreso su decisión de excluir a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, una antigua demanda de la isla, que siempre ha considerado injusta su inclusión en esa nómina.

El Congreso de Estados Unidos tiene 45 días para hacer efectiva esa decisión de Obama, un plazo que acaba el 29 de mayo.

La salida de la isla de la lista «permite avanzar en el proceso para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Pero para poder normalizar los vínculos con Cuba (…) Estados Unidos deberá, en primer lugar, levantar totalmente el bloqueo», indica el diario Granma. EFE

 

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