CARACAS.- Los diez días de homenajes a Hugo Chávez a tres años de su deceso comenzaron hoy en Caracas bajo el liderazgo de su sucesor, Nicolás Maduro, y junto a algunos de sus colegas de la región, entre ellos los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Nicaragua, Daniel Ortega; y El Salvador, Salvador Sanchéz Cerén.
Los cuatro mandatarios, más los primeros ministros de San Vicente y Las Granadinas, Ralph Goncálves; y Antigua y Barbuda, Gastón Brown; se dieron cita en un teatro de Caracas, cerca del cuartel donde se instaló la tumba de Chávez, en un acto transmitido en una cadena obligatoria de emisoras de radio y televisión, públicas y privadas.
El vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, abrió el homenaje recordando que la víspera el presidente de EEUU, Barack Obama, prorrogó la orden ejecutiva que considera a Venezuela una amenaza «inusual y extraordinaria para la seguridad» estadounidense.
Se trata de una iniciativa que adoptó Obama el 2015, «injustificada, desproporcionada y peligrosa», mediante la cual «una vez más el imperio demuestra que no ha cambiado el desprecio hacia nuestros pueblos», sostuvo Díaz-Canel.
Obama «ignora el rechazo» que su decreto recibió ya en la Cumbre de las Américas de Panamá de abril del 2015, cuando el gobernante cubano, Raúl Castro, recordó Díaz-Canel, se burló de que «una superpotencia» como EEUU considere a Venezuela «una amenaza».
«Mientras haya un chavista luchando, la Revolución Bolivariana estará en pie», añadió el vicepresidente cubano y destacó que «los chavistas son millones» y que los cubanos rinden hoy homenaje «al mejor amigo que ha tenido el pueblo de Cuba».
Veinte meses después de que él mismo informara de que padecía de un cáncer detectado y tratado en Cuba, del cual hasta ahora no se entregan mayores detalles, Hugo Chávez murió a los 58 años de edad y tras 14 años al frente del Gobierno de Venezuela (1999-2013).
En el mismo «conversatorio», como el vicepresidente de Venezuela, Aristóbulo Istúriz, llamó al homenaje de hoy, el presidente de Nicaragua recordó que su país ya tildó el decreto de Obama como «una declaratoria de guerra» a toda la región y destacó que el gobernante estadounidense la ha renovado a pocos días de su visita a Cuba.
«Nos están subestimando; están subestimando la fuerza de la revolución bolivariana» y eso «lo hace el imperio y también quienes se están jugando el todo por el todo con sus conspiraciones aquí, en Venezuela», añadió Ortega.
El presidente de Bolivia reclamó a su vez «respeto para las revoluciones democráticas y pacíficas» de Latinoamérica y alertó sobre las distintas «formas de lucha» de los pueblos para hacer frente a acciones antidemocráticas y desestabilizadoras.
«Si no nos respetan, quiero que sepan que hay otras formas de lucha y ahí vamos a ver quien pierde, si las oligarquías o los pueblos», advirtió Morales.
Su colega salvadoreño destacó a su vez «la fuerza de la unidad» y recordó que Chávez logró la creación de instancias regionales tales como Alba, Petrocaribe, Unasur y Celac, porque «no solo hay que tener ideas sino capacidad de construirlas con el pueblo en la práctica», remarcó Sanchéz Cerén.
El primer ministro de San Vicente y las Granadinas manifestó que Obama es «lo suficientemente inteligente» como para saber que Venezuela «no es amenaza para nadie», pero alertó que «falsificando la realidad» puede llegar a negarla.
«Si bien no somos los mejores, nadie es mejor que nosotros», sostuvo Goncálves y sobre Chávez alertó que «quieren borrar su memoria».
Su colega de Antigua y Barbuda pidió a Maduro ser «tan valiente como Chávez» y mantenerse «firme ante la insensata orden ejecutiva» de Obama, que así busca «socavar la paz y la unidad del continente».
Brown pidió a Maduro ser también «firme ante quienes intentan socavar la democracia de Venezuela».
Maduro agradeció los discursos, dijo que seguirá siendo leal al fallecido líder bolivariano e invitó a los visitantes a acompañarlo a visitar la tumba de Chávez en el próximo «Cuartel de la Montaña».
El fallecimiento de quien propugnó el llamado «socialismo del siglo XXI» y la «revolución bolivariana» fue anunciado el 5 de marzo de 2013 por Maduro, quien ya entonces ejercía como gobernante interino.
Semanas antes de perder la batalla de casi dos años contra un cáncer del cual todavía se desconocen los detalles, Chávez previó la situación y pidió a sus seguidores votar por Maduro como su sucesor en las elecciones que debieron celebrarse al mes siguiente.