MÉXICO.- Las larvas y los huevos de los animales acuáticos constituyen la alimentación básica del pez Gambusia y por ello una ONG comenzó a emplear en México esta especie para frenar el avance del mosquito transmisor del virus del Zika, que tienen cuatro fases y para los que el agua es fundamental en su desarrollo.
Con la ayuda de las autoridades de salud estatales, la organización Operación Bendición reparte ejemplares de este pez entre las familias de las zonas más vulnerables ante la propagación de esta enfermedad, que podría extenderse ante la inminente llegada de la temporada de lluvias.
El método es depositar Gambusias en aquellos lugares donde el agua está estancada. Allí, el pez se encarga de devorar las larvas del Aedes aegypti, que además del zika transmite el dengue y el chikunguña.
«En un lapso menor que el que necesita la larva para convertirse en mosquito es consumida por los peces», afirma a Efe el gerente de Operación Bendición en México, Daniel Issa.
Esta organización internacional ya ha implementado este proyecto en el Salvador y Honduras, así como en Estados Unidos tras la catástrofe del huracán Katrina, con lo que disminuyó «considerablemente la población de mosquitos», asegura.
En México operan actualmente en el municipio de Acapulco, en el sureño estado de Guerrero, y en el suroriental estado de Quintana Roo.
Issa defiende que esta es la «mejor respuesta» que se puede tener en la lucha contra la propagación del zika, una misión calificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como extremadamente complicada porque no hay vacunas ni test de diagnóstico que identifiquen el virus de forma aislada.
El empleo de la Gambusia para acabar con el mosquito «no tiene ningún efecto colateral» y su manipulación en los potenciales criaderos domésticos no requiere preparación alguna, señala.
Este «superpez», como lo califica el gerente, es originario de la zona y se encuentra «fácilmente». Puede durar, añade, «hasta un año dentro de un lugar sin alimento».
Desde la organización se encargan de reproducir esta especie en sus criaderos, gracias a la ayuda de los pescadores, y ya cuentan con «miles» de ejemplares que se van distribuyendo y que se repartirán próximamente con «entregas masivas», comenta Issa.
La intención de la organización es replicar esta estrategia en otros estados vulnerables ante el mosquito, como Tabasco, Veracruz, Oaxaca y Chiapas, así como, ya fuera de México, en Colombia y en Brasil.