Los familiares de Fernando de Jesús Díaz Beato, de 26 años, muerto hace una semana tras recibir 15 balazos en la urbanización Villa Carolina, Puerto Rico, decidieron dar el último adiós como a él le encantaba estar: sentado con una pierna cruzada en el comedor de su casa.
Precisamente así fue como su familia decidió velarlo en la Funeraria Marín en Río Piedras. Sin embargo, este velorio tiene otra peculiaridad. Es que el cadáver tiene los ojos abiertos, viste gorra y tiene un cigarro en la mano.
La Funeraria Marín es la pionera en este tipo de velorios exóticos, siendo Fernando el noveno de ellos. Entre estos se pueden mencionar a un hombre de pie, una mujer en su mecedora y un hombre vestido como el súper héroe Linterna Verde, entre otros.