El rey Felipe VI dijo que el español ha dejado de ser «una lengua marginal de emigrantes» para integrarse como lengua social y de cultura en la sociedad norteamericana y reivindicó el diálogo de las lenguas en homenaje a Cervantes que buscó una auténtica «literatura de la vida».
Así lo indicó el monarca durante el discurso de inauguración, junto con la reina Letizia, del VII Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) en San Juan de Puerto Rico, en la que han estado acompañados por el gobernador del Estado Libre Asociado, Alejandro García Padilla, y los ministros en funciones de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, y de Educación y Cultura, Íñigo Méndez de Vigo.
Tras expresar la alegría por viajar nuevamente a EE.UU. poco después de haber visitado Florida, el monarca consideró que este encuentro, que se prolongará hasta el próximo viernes, refuerza los «lazos de sangre» que unen «por encima de cualquier diferencia».
«Es la primera vez que un Congreso panhispánico de esta serie inaugurada en 1997 se celebra en un país tan íntimamente ligado al conjunto de los Estados Unidos», señaló Felipe VI, que destacó la atención especial que dará esta cita al diálogo de las lenguas.
Un diálogo, explicó, del español con todas las lenguas originarias de cada país; del castellano con el euskera, el catalán y el gallego. Y del español como lengua en contacto en Puerto Rico con el inglés.
Según el Observatorio del Español y las culturas hispánicas del Instituto Cervantes en la Universidad de Harvard, este idioma ha dejado de ser una lengua marginal de emigrantes y se ha integrado de tal forma que en 2050 Estados Unidos puede ser el primer país hispanohablante del mundo, recalcó.
Dentro de ese conjunto merece especial atención la comunidad puertorriqueña de Estados Unidos, poseedora de «un rico muestrario de manifestaciones lingüísticas y culturales, que enriquece y asombra a la cultura hispánica tanto como a la anglo-norteamericana», dijo Felipe VI.
Tras recordar las dificultades económicas, sociales y culturales a las que se enfrentaron, el rey señaló que los puertorriqueños «han sabido, como pocos, vivir y sobrevivir en la frontera de las sociedades, las culturas y las lenguas. Porque estas no son contradictorias con la diversidad; basta con aceptarla de forma natural en cada una de ellas».
También se hizo eco de la reivindicación de la «puertorriqueñeidad», a la que hizo referencia en el acto inaugural el escritor local Luis Rafael Sánchez.
En el cuarto centenario de la muerte de Cervantes, el rey subrayó la dimensión americana, panhispánica y universal del autor de la obra culmen de la literatura universal y cómo con El Quijote buscó una «auténtica literatura de la vida».
El monarca también recordó los homenajes que se realizarán en este congreso a dos figuras claves de la lengua, el Inca Garcilaso de la Vega, también fallecido el 23 de abril de 1616, y el «gran» Rubén Darío. EFE