«Daredevil» regresa más cruda, personal y profunda

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La primera temporada de «Daredevil» dejó a Matt Murdock convertido completamente en superhéroe, y la segunda, que se estrena hoy en Netflix, enfrenta a sus propios demonios a ese abogado ciego que ejerce de justiciero durante la noche, con una trama que ahonda en sus dilemas y en el recurso a la violencia.

A su particular cruzada contra el mal se unen en los trece nuevos capítulos Frank Castle, el Castigador, que tras el asesinato de su esposa e hijos emprende una guerra personal contra sus autores, y Elektra, esa ninja con una inclinación especial hacia la provocación de dolor ajeno, que removerá de paso su vida amorosa.

Quienes pensaron que la detención del poderoso Wilson Fisk en la primera parte iba a dejar el barrio neoyorquino de Hell’s Kitchen vacío de villanos quedarán aliviados al ver que en el universo Marvel no faltan los personajes que obligan a Daredevil a ponerse la máscara y el traje.

Aunque al principio está mucho más confiado que en el pasado y ha encontrado la manera de justificar su comportamiento, la llegada del Castigador o Elektra, entre otros, le lleva a cuestionarse si la multiplicación de gente que se toma la Justicia por su mano no hace que su propia existencia sea más perjudicial que beneficiosa.

Así lo explica a EFE su protagonista, Charlie Cox, en la presentación a la prensa de esta segunda temporada en París, en la que dice que Murdock está «más cerca que nunca de convertirse en lo que odia».

«Le veremos caer en una suerte de locura, de comportamiento irracional. No sabe cómo manejar muchas de las situaciones, y eso le resulta frustrante y le asusta», indica el actor británico, conocido también por series como «Boardwalk Empire».

«Daredevil» fue la primera de las adaptaciones de personajes de Marvel que produjo la plataforma online, y como en toda historia de superhéroes, la lucha del bien contra el mal no está exenta de violencia.

«En una serie de este tipo es imposible de evitar. La cuestión es la validez de la manera en que la retratas. Quisimos que todo pareciera realista, y si lo haces así, una de las cosas que tienen que mostrarse es por ejemplo cuánta sangre sale de un cuerpo humano», añade Cox.

Para Jon Bernthal, que interpreta al Castigador, su personaje responde ante todo a «un fuerte drama personal», y más allá de su intención de acabar con los asesinos «de forma tan brutal como sea posible», ofrece en esta adaptación «un retrato más rico y más humano».

El Castigador obligará a Daredevil a mirarse al espejo, pero otro de sus grandes quebraderos de cabeza será la reaparición de Elektra, a la que la francesa Elodie Yung, que le da vida en pantalla, ve como una especie de «sociópata sin remordimientos, que usa a la gente» a su antojo.

«No crecí leyendo esos cómics, no estaba familiarizada con ellos, y creo que apreciaron tener a una actriz sin ideas preconcebidas», explica a EFE Yung, que dijo haber disfrutado de la experiencia de manejar «un personaje tan complejo».

Elden Henson en la piel del leal Foggy Nelson, Deborah Ann Woll en la de Karen Page, el tercer eje del gabinete de abogados de Murdock; Scott Glenn como el maestro Stick o Rosario Dawson como la enfermera y exnovia Claire Temple completan el reparto de esta nueva entrega.

Una entrega en la que, tras la buena respuesta recibida en la primera temporada, los actores dicen a EFE haber sentido la presión de satisfacer de nuevo a los fans y de elevar el nivel de lo que se espera de estas superproducciones. EFE

 

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