La Asociación de las Trabajadoras Misioneras de La Inmaculada ha recibido una carta notarial para que desalojen el inmueble que ocupan desde hace 36 años en el Jr. Ucayali del Cercado de Lima.
La carta ha sido remitida por el Arzobispado de Lima, dirigido por Juan Luis Cipriani, nada más ni nada menos, pidiéndoles el desalojo del local que les fuera cedido en 1979 y que junto con su comunidad restauraron y equiparon para convertirlo en un restaurante que ofrece comida francesa a precios accesibles y destina las ganancias a la caridad.
Las religiosas, dirigidas por Marie Josephe Parriot, indicaron al Arzobispado que no se irían hasta que les reintegren US$ 586 mil invertidos en la restauración del inmueble, pero mencionan que Juan Luis Cipriani no quiere reconocerles dicho monto de manera parcial o total, simplemente no les quiere dar nada.
En la casona funciona el restaurante L’ Eau Vive (Agua Viva), del cual Marie Josephe Parriot es administradora y cuyos ingresos se emplean para ayudar a familias necesitadas de Lima y Huacho, así como alimentar a personas sin recursos que acuden al lugar por las noches.
Una y otra vez…
No es la primera vez que Juan Luis Cipriani desaloja una congregación. Las Esclavas del Sagrado Corazón en el 2003 fueron echadas de su local en Barranco.
En 2004 los Diocesanos de Mallorca abandonaron una parroquia y una escuela, inmuebles que ellos construyeron. La decisión fue… del Arzobispado.
En 2010 Juan Luis Cipriani desalojó profesores y alumnos del colegio Externado Santo Toribio, ubicado en el Rímac y fundado en 1847 por el arzobispo de Lima, Francisco Javier de Luna Pizarro, para venderlo al grupo de colegios Innova School de Interbank y dar paso a inversiones acaso más suculentas.
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