La Academia Aspire, uno de los centros de alto rendimiento más importantes del mundo, revoluciona los métodos de entrenamiento del fútbol con un gimnasio vanguardista, que bajo la dirección de Valter Di Salvo ha sido ponderado y admirado por técnicos como Pep Guardiola, Roberto Mancini, Antonio Conte y André Vilas-Boas en sus últimas visitas a Doha.
La Academia Aspire ha diseñado el primer gimnasio incrustado en los campos de entrenamiento, destierra la ubicación de estar ajeno al césped e incluye por primera vez la instalación de hierba en el interior del recinto.
Una apuesta clave para todos los entrenadores que visitan un gimnasio, referente ya en el fútbol profesional por la aplicación de alta tecnología. Nunca antes un gimnasio había estado tan dentro del corazón del fútbol y del día a día de los jugadores. Siempre era, y en muchos clubes es, un complemento ajeno al terreno de juego, donde el césped brilla por su ausencia y al que hay que acceder sin las botas de tacos.
Valter Di Salvo, expreparador físico de grandes clubes europeos, entre ellos el Manchester United y Real Madrid y ahora director del departamento de Football Performance & Science en Aspire Academy, ha ideado junto a su equipo de trabajo en una nueva filosofía de entrenamiento en el gimnasio, todo pensado para el futbolista y para los entrenadores.
Un espacio perfecto para complementar el trabajo diario sobre el terreno de juego. Y está prácticamente dentro del campo de entrenamiento.
Esa es la primera idea de un planteamiento innovador, que los jugadores cuando estén en el gimnasio, sientan que están dentro del campo de fútbol, como si tuvieran el césped al alcance de su mano, afirma a Efe Valter di Salvo. Así ha sido construido este gimnasio en Qatar, pegado al césped, siempre en medio de dos terrenos de juego y con grandes cristaleras desde las que las porterías parezcan estar dentro de las instalaciones.
Y, dentro del gimnasio, más césped, en este caso, artificial. Por todos los sitios. En el suelo, en los bancos y hasta en los respaldos de los aparatos. Es el gimnasio-estadio inteligente. Los futbolistas no tienen que quitarse las botas cuando dejan el campo de entrenamiento convencional para completar los cinco segundos de distancia en instalaciones contiguas.
«Para que los jugadores puedan sentir el concepto de cercanía con la especificidad de su profesión, hemos puesto el gimnasio en el medio de los campos de juego y con césped artificial. Los jugadores pueden hacer todo con las botas de fútbol. Entrenan con las botas porque juegan con las botas. No tiene sentido usar zapatillas distintas para cada cosa», explica Di Salvo.
La revolución no empieza y acaba en el césped artificial. Aspire ha puesto los sistemas audio visuales y de feedback instantáneo al servicio de los jugadores y de los entrenadores. Las máquinas hablan el idioma de los chavales, la tecnología, puesta absolutamente al servicio del trabajo. «Se entrena en el gimnasio desde la cabeza», aseguran los profesionales al mando.
Por ello, cada jugador de Qatar, desde los más jóvenes de las selecciones inferiores hasta los jugadores con más años de experiencia profesional tienen, nada más entrar en el gimnasio, la posibilidad de seleccionar y acceder a través de una aplicación individualizada en una pantalla táctil el programa específico que le corresponde con todos su datos almacenados.
Programas personalizados informan del modo en el que utilizan cada músculo que trabajan, las mediciones exactas, el número de series que han hecho y deben hacer, y, todo, acompañado con vídeos explicativos con los que pueden ver cómo completar a la perfección, con la mecánica adecuada, cada ejercicio.
Casi media docena de monitores enormes están en el gimnasio y son utilizados para entrenar el aspecto motivacional y dar en tiempo real a los jugadores el mencionado feedback. Este concepto innovador es el FTM (Feedback Training Methodology). En todas las máquinas, cada movimiento de potencia, frecuencia y técnica, es registrado y se puede ver al instante.
Además, es grabado con un gran sistema de tele-cámaras con unos segundos de retraso para que, los futbolistas puedan ver todo lo que hacen y corregir así errores sobre la marcha, prácticamente en tiempo real. Las pantallas de televisión proyectan vídeos para motivar a los jugadores, que, sobre las bicicletas estáticas, pueden recibir la charla táctica de sus entrenadores en la víspera de un partido. Los técnicos ponen los vídeos que antes se veían en una sala. Ahora, los ven mientras sus pupilos pedalean.
Esas pantallas sirven a los entrenadores para preparar los encuentros, para resolver dilemas tácticos pero también para motivar, subraya Valter di Salvo.
Allí también se ven montajes de grandes deportistas que hablan de la importancia del entrenamiento. Messi o Cristiano dan consejos entre imágenes de los propios futbolistas en acto de servicio, ya sea entrenando o jugando. A través de las imágenes de los grandes campeones, de charlas inspiradoras y de vídeos editados utilizando partes de películas famosas y vídeos de los propios futbolistas qataríes en acción se trabaja el aspecto motivacional. «Un gimnasio que habla el idioma de los chavales y los ayuda a entrenar desde la cabeza», añade Di Salvo.
Nunca antes el gimnasio estuvo tan cerca del campo de fútbol. Los jugadores, por fin, sienten estar sobre el césped cuando están rodeados de máquinas y tecnología. Una auténtica revolución.