La policía macedonia reprimió sin contemplaciones el intento desesperado de cientos de refugiados de cruzar la frontera desde Grecia para seguir la ruta de los Balcanes.
A primera hora de la mañana, cientos de los 11,000 refugiados bloqueados en el paso fronterizo de Idomeni desde hace semanas decidieron intentar cruzar la valla rompiéndola por al menos tres puntos.
Los agentes macedonios respondieron con una lluvia de gases lacrimógenos y disparos de pelotas de goma que duró horas y dejó al menos 260 heridos. Médicos sin Fronteras, la organización humanitaria con más presencia en la zona, publicó fotos de nenes de pocos años gaseados y heridos por disparos de pelotas de goma. La policía macedonia también disparó granadas de ruido.
El gobierno macedonio negó que sus agentes hubieran disparado pelotas de goma, pero varios periodistas presentes durante la respuesta policial publicaron fotos de esos proyectiles y Médicos sin Fronteras confirmó que algunas heridas las habían producido esos disparos.
La policía macedonia, que hace meses recibió refuerzos de varios países de Centroeuropa y material antidisturbios del gobierno austríaco, pasó al menos cuatro horas disparando gases a los refugiados. Los proyectiles cayeron en territorio griego. El pasado 29 de febrero los policías macedonios ya usaron gases lacrimógenos para dispersar a los refugiados concentrados en el paso.
Idomeni es un campo de fortuna donde los refugiados duermen sobre el barro cuando llueve, donde ya nacieron nenes y donde comen gracias a la solidaridad de los vecinos de los pueblos cercanos y de las organizaciones humanitarias con representantes en la zona.
Los migrantes del Pireo e Idomeni hacen parte de un grupo de unas 46,000 personas que llegaron a Grecia tras pasar por Turquía, antes del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía que entró en vigor el 20 de marzo pasado.
Fuente: clarin.com/Foto: estrelladigital.es